En la semana amanecimos con la noticia que la discusión de la Reforman Electoral se aplazaba con el argumento que no se alcanzaban las ¾ partes necesarias para realizar la reforma constitucional.
Derivado de ello, el Presidente de la República anunció que enviaría al Congreso de la Unión el proyecto de reforma de distintas leyes electorales, similar a lo sucedido con la reforma energética, en el que modificó leyes secundarias para garantizar que sólo el Estado Mexicano pueda explotar el litio que se extraiga en territorio nacional.
Por lo que hace, al proyecto que presentará la Presidencia de la República se contempla que su principal objetivo sea acabar con el servicio profesional de carrera para los integrantes de Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Es decir el proyecto de reforma de las leyes secundarias en materia electoral pretende que fuera de proceso electoral el INE opere con el personal mínimo, por lo que desaparecerían distintas áreas como fiscalización, la Unidad de Quejas y Denuncias entre otras. Con ello, se impulsaría el autoritarismo y no existiría un árbitro confiable que garantice que no exista intromisión del crimen organizado en el financiamiento de las campañas políticas, por lo que de proceder la reforma de leyes secuenciarías en esos términos, se avanzaría enormemente con el fin del sistema electoral como lo conocemos.
Sin embargo, jurídicamente dicha reforma atentaría con diversos derechos adquiridos por los trabajadores dichas autoridades electorales, lo que vulneraría el derecho fundamental al trabajo, así como, diversos principios en materia de Derechos Humanos, como el de Progresividad.
Por lo que la defensa de dichos derechos podría correr la misma suerte que tuvo Ley de Remuneraciones, que pretendía que los trabajadores del Estado Mexicano y de Órganos Autónomos sufrieran una disminución salarial, por lo que diversas personas integrantes de órganos autónomos presentaron amparos, por medio de los cuales les otorgaron la suspensión definitiva y no pudo ser reducido su sueldo, tomando en cuenta que los derechos humanos no pueden ser reducidos, menoscabados o restringidos.
Por su parte, el día miércoles millones de mexicanos sufrimos durante más de dos horas en el partido de México contra Arabia Saudita, el cual iniciaba cuesta arriba, sabiendo que se necesitaban al menos tres goles para pasar a cuartos de final. Sin embargo, después de noventa minutos el anhelado gol no llegó y nos quedamos fuera de la ronda de octavos de final de mundial.
Es así, que en menos de cuatro días, nos quedamos sin mundial y probablemente la Reforma Electoral haya perdido su oportunidad para ver la vida. Por lo que, sólo nos queda ser espectadores de los partidos que restan y seguir siendo actores que no permitan la vulneración del sistema electoral mexicano.