Yo no vi al Taylor Swift en ninguno de los cuatro conciertos que ofreció en El Foro Sol de la CDMX. Me vi lento y no compre boletos en la venta. No quise hacerle juego a la reventa que, como ocurre en estos espectáculos, los precios llegan a niveles absurdos en las redes sociales y en las inmediaciones de El Foro Sol.
Felicito a quienes presenciaron alguno de los conciertos. Para los swiftys fue una noche inolvidable. La entrega de la Taylor, la producción, el ambiente de paz y de amistad, dejarán una huella imborrable en los asistentes. Me identificó completamente. En mis años “veinte” recuerdo con emoción los conciertos de U2 o The Rolling Stones. En aquel tiempo, los años noventa, los grandes grupos comenzaron a llegar a México.
De acuerdo a cálculos preliminares, la presencia de Taylor Swift dejo una derrama de mil millones de pesos para la CDMX, sin contar claro, la reventa o los productos piratas, lo cual será positivo para la economía capitalina en el último trimestre del año. Lo negativo es que los precios de los boletos lo convierten en un evento elitista. Fuera del alcance de la inmensa mayoría de seguidores.
Emotivo, los miles de jóvenes que, sin poder entrar, permanecieron afuera del Foro Sol o en el puente de peatones, que después fue bloqueado, para escuchar lo que se podía del concierto.
En un ambiente marcado por la violencia, como la desaparición de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno, Jalisco del cual aún no hay pistas de su paradero, la sociedad necesita alicientes, momentos felices, mensajes de paz, amor y amistad. Resurgir de las cenizas, superar la decepción o los abusos.
Taylor Swift es un fenómeno no sólo por la calidad de sus composiciones e interpretaciones, que logra la empatía de millones de personas en todas partes del mundo; también porque se inscribe en lo políticamente correcto.
Taylor Swift tardó casi dos décadas en cantar en México. Ojalá vuelva de nuevo. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
PD. Regreso a clases. Nunca se había discutido tanto en torno de los libros de texto gratuitos. Los estados gobernados por la oposición siguen sin repartirlos. El Gobierno Federal los entregará por su cuenta a padres de familia que quieran aceptarlos. La maldita polarización impidió que los errores que los libros contienen sean corregidos. Por supuesto que nos son un producto del diablo o una iniciación al comunismo, que nos recuerda tiempos pasados. Pocos han hablado del aumento de los precios de los útiles escolares y del incremento en las colegiaturas de las escuelas privadas. Por ver el árbol, no ven el bosque.