Los integrantes de la UNACDMX consideraron que la decisión del gobierno capitalino de reducir los tiempos para la transición de entrega-recepción de las alcaldías afectan la transparencia, ya que se necesita de tiempo y voluntad de colaboración.
Mediante un comunicado los nueve integrantes de la UNACDMX señalaron que las definiciones publicadas en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, en donde marcan el primero de septiembre como la fecha para iniciar las transiciones, no fue consensuado.
Consideran que el proceso electoral establece plazos para el desahogo de pruebas, esa no es razón para frenar los procesos de transición y mucho menos cuando los márgenes de diferencia en los resultados electorales fueron tan amplios.
Destacaron que los procesos de entrega-recepción deben estar al margen de consideraciones políticas o partidistas, aunado a que seguir con los procedimientos, abona a dar certeza a la ciudadanía que se mantiene pendiente de las transiciones.
Señalaron que el proceso de entrega-recepción debe iniciar a partir de que las autoridades entrantes están legalmente reconocidas, como ya sucedió mediante la entrega de las constancias de mayoría a los alcaldes electos por parte del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), y así está establecido por los lineamientos emitidos por la Contraloría de la Ciudad de México.
La dinámica de la actividad administrativa es de tal complejidad en la Ciudad de México que requiere atenderse con tiempo, con transparencia y en un ambiente de colaboración entre las administraciones entrantes y salientes para beneficio de la ciudadanía. El Gobierno de la Ciudad está obligado a demostrar su compromiso con la legalidad y la transparencia, y facilitar la labor de los Alcaldes electos, pues de lo contrario los únicos afectados son los ciudadanos.
Por lo anterior, los alcaldes electos exigen que se respete la ley y se brinden las facilidades y el tiempo suficiente para realizar un proceso de entrega-recepción de manera ordenada.
La modificación de fechas del periodo de transición reflejan falta de compromiso con la rendición de cuentas, de responsabilidad administrativa y de respeto a la voluntad que la mayoría de los ciudadanos expresaron en las urnas.