Columnas
México merece un regalo de navidad, ojalá pudiera lograrse aunque para ello tendrían que aceptar los gobernantes que se cometieron muchas estupideces en el pasado reciente, y eso es mucho pedir.
Ese regalo se llama: paz. Tan simple y tan complicado a la vez, y tan fácil para los fracasados de hace unos meses y los actuales como seguirle echando la culpa a García Luna, sin duda culpable de mucho de lo que hoy sucede, como culpables lo fueron con sus soberanas estupideces de abrazar a los delincuentes y amenazarlos con acusarlos con sus mamases.
México merece paz, ¿en qué país se normalizan las masacres?, esas que por obra y gracias del divino ganso ya no existen desde el 1 de diciembre de 2018 pero que curiosamente los medios "corruptos" no dejan de reportar una y otra y otra vez.
¿En qué país un descabezado o un descuartizado es noticia de interiores o incluso solo una anécdota más? ¿En qué país la extorsión es la moneda de cambio de todos los días y hay de aquel que se oponga?
Pero mientras sigamos halagando al "histórico" líder que le dio al pueblo la potestad del mandato, ajá, y lo veneren incluso desde la cima del poder encumbrándolo como el mejor presidente todos los tiempos, ese regalo para México está muy lejano.
¿Cómo pasarán la navidad en Culiacán?, ¿Cómo pasarán la navidad en Chiapas?, Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Tabasco, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Parte sur del Estado de México, Puebla, y tantos y tantos estados, municipios y comunidades entregadas al narco o bien en manos de diversos grupos de criminales que lo mismo secuestran, extorsionan, o descuartizan a quien se les pegue la gana, y no pasa nada.
Pero esos sí, el pueblo bueno y sabio está feliz, feliz, feliz, porque no le ha ido muy bien sino lo que le sigue, le ha ido requetebien.
Y el empeño de pasar a la historia como el mejor de todos los tiempos, le costó a México 200,000 ejecutados, endeudamiento de billones y billones de dólares para mantenerse en el poder, deudas perpetuas porque hay que repartir al pueblo, atraso generacional por un sistema educativo que privilegia el discurso en lugar de la preparación, claro hay que acaparar desde hoy a los próximos votantes con "la revolución de las conciencias", cualquier cosa que eso signifique.
México merece un regalo de navidad, pensándolo mejor merece muchos más regalos.
Ojalá pronto lo reciba, lamentablemente creo que está navidad de 2024 no será posible, quizás algún día, en algún momento.
Ojalá usted amable lector tenga la mejor de las navidades y desde su trinchera mande sus oraciones para todos aquellos millones de mexicanos que no tendrán una navidad feliz.
A veces orar es lo único que nos queda.