Moisés Vergara
Diversos actores políticos empiezan a manejar el discurso de dejar atrás las confrontaciones propias de la campaña electoral para iniciar la construcción de acuerdos de gobernanza, lo cual es muy positivo, pues después de la batalla y de analizar el recuento de los daños, es necesario darle vuelta a la hoja.
Sin duda, el electorado mandó un claro mensaje el 6 de junio, en el sentido de que nadie tiene asegurado el triunfo para siempre y que la confianza en un gobierno puede ser revocada en las urnas, sin importar el color.
Así, el PRI perdió varias gubernaturas que fueron ganadas por Morena y este instituto político se hizo también de la mayoría en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y en diversos congresos locales; pero también el pueblo decidió otorgarles más curules federales a los partidos de oposición, lo cual propiciará mayor diálogo en la búsqueda de acuerdos políticos para el ejercicio legislativo.
El balance final es que 5 de cada 10 mexicanas y mexicanos serán gobernados por el partido guinda; sin embargo, no obstante el buen desempeño de la Jefa de Gobierno, la 4T también recibió un llamado de atención en la Ciudad de México, específicamente en algunas alcaldías y distritos electorales donde la oposición logró alcanzar el triunfo, lo que sin duda llevará al Movimiento de Regeneración Nacional a trabajar desde ya en un cambio de estrategia para la recuperación de la capital del país y a los partidos que conformaron la Alianza Va por México a cumplir sus promesas de campaña, lo cual es un ganar-ganar a favor de la ciudad.
Por lo tanto, las derrotas de unos y los triunfos de otros, forman parte de la estrategia del pueblo de México que votó de manera razonada, consciente y diferenciada para decirles a todos los partidos que no se confíen y que más vale que ahora si gobiernen para todas y todos y que tomen en cuenta que la premisa fundamental siempre ha sido, es y será, el bienestar colectivo y la protección prioritaria de los que menos tienen.
Finalmente, resulta primordial que los grupos parlamentarios en la nueva Legislatura saquen la casta y se pongan de acuerdo para nombrar a sus mejores cuadros para coordinar las fracciones y opten por elegir liderazgos que garanticen esa interlocución tan necesaria para llevar a buen puerto las trascedentes reformas constitucionales y legales del año entrante, entre ellas, la electoral.
El PAN cuenta entre sus filas con Jorge Romero; el PRI con Alejandro Moreno; el PRD con Luis Cházaro; Morena con Sergio Gutiérrez; el PT con Alberto Anaya; el PVEM con Carlos Puente; y MC con Ivonne Ortega. Ya veremos cómo se acomodan las fichas.
Plancha de quite: “El Congreso es tan extraño. Un hombre se pone a hablar y no dice nada. Nadie le escucha…y después todo el mundo está en desacuerdo”. Boris Marshalov.