Vulnerabilidad de Estado

“APT41”, un grupo de ciberamenazas prolífico recientemente nombrado, es responsable de llevar a cabo el espionaje patrocinado por el Estado chino y la actividad de motivación financiera. Este grupo se remonta al menos a 2012, cuando realizaban operaciones con motivación financiera dirigidas principalmente a la industria de los videojuegos y empresas gubernamentales, actividades que precedieron a sus campañas patrocinadas por el estado.

De todas las familias de malware observadas por FireEye este año en su reporte publicado, 41 por ciento eran previamente desconocidas.

Esto significa que los autores de malware están innovando, posiblemente en un intento de eludir las tecnologías de detección, y no solo confiando en las actualizaciones del malware existente.

Los ciberdelincuentes que históricamente atacaron la información personal y tarjetas de crédito recurren cada vez más al ransomware como fuente secundaria de ingresos. Los ciberdelincuentes también están subcontratando tareas para monetizar las operaciones más rápido.

Aunque la pérdida de productividad es la principal afectación que los ciberataques ocasionan a las empresas y gobiernos. A ésta le siguen la pérdida de información de empleados y de clientes, los robos de identidad y la extracción de información confidencial; así como los robos de recursos financieros y de propiedad intelectual, entre muchas otras afectaciones.

En pocas palabras, más atacantes pueden hacer más cosas en entornos más diversos.

Es por ello, que la respuesta efectiva ante un ataque informático son las personas, procesos, y su experiencia para responder ante ellas, por esta razón la carencia de servicios especializados ha afectado al Gobierno federal.