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@onelortiz
https://youtu.be/EvkQ5kvBvIg?si=v0wxdWndcPZ-LMKw
Luis Spota nació en 1925 y murió en 1985. Fue periodista, fotógrafo, escritor, guionista, director de cine y autodidacta. Publicó su primer artículo a los 14 años y no dejó de escribir hasta su muerte. Escribió treinta novelas y una docena de guiones, como El Hombre de Papel. También dirigió algunas piezas cinematográficas y, al final de su carrera, fue conductor en Televisa y Canal 13.
Luis Spota no solo fue uno de los grandes narradores y cronistas del siglo XX, sino también un agudo sociólogo y antropólogo. Puso frente al espejo las miserias de una sociedad que se benefició de la Revolución Mexicana.
En 1956 publicó Casi el Paraíso, la historia de un estafador internacional y un político corrupto en una sociedad clasista, racista y frívola. Es una comedia y una sátira de los años en que Acapulco era uno de los principales destinos del turismo mundial y la Ciudad de México crecía de manera desordenada.
Hace unos meses se estrenó, con relativo éxito en cines, y esta semana llegó a plataformas Casi el Paraíso de Edgar San Juan, película basada en la novela de Spota. Si el espectador no ha leído la novela y ve la película, podrá considerarla como una comedia de regular a aceptable. Si ya leyó la novela y ve la película, la experiencia será diferente.
En otro momento compartiré mis comentarios respecto a la película. En estas líneas, solo pondré sobre la mesa una pregunta: ¿México sigue siendo “Casi el paraíso” para los políticos corruptos y los estafadores profesionales? ¿La sociedad mexicana sigue siendo clasista y racista, pero fácilmente impresionada por lo extranjero?
El propio Luis Spota publicó en 1983 Paraíso 25, una segunda novela con el mismo protagonista y la sociedad de los años ochenta, previa a los sismos de 1985, donde retrata básicamente la misma realidad social.
¿Qué pasó 43 años después, cuando México se volvió un país democrático y el PRI ya no gobierna el destino de la patria? El discurso oficial afirma que, a partir de 2018, la sociedad cambió, que el “pueblo bueno” le puso un alto a la corrupción y al saqueo, y que los nietos y bisnietos de esa clase política que describía Spota ya no están en el poder. ¿Será?
México sigue siendo el paraíso para los políticos corruptos y los estafadores que hacen inmensas fortunas al amparo del poder. El combate a la corrupción sigue siendo parte del discurso, pero está muy distante de la realidad. Nuestra sociedad sigue siendo clasista y racista, con nuevos tipos sociales, como las “celebridades”, que aportan un ingrediente más a la banalidad y la estupidez de estos tiempos. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.