Estamos llegando a las 60.000 muertes en cifras oficiales, el peor escenario en palabras de López-Gatell, encargado del manejo de la pandemia SARS-CoV-2. Además, existe un debate sobre el número real de muertos, algunos estiman es más alto; la pregunta es ¿cómo llegamos aquí? Habrá un sinfín de respuestas dependiendo de con quién se identifica el interlocutor; sin embargo, pienso, hubo un error fundamental que hizo que las cosas se salieran de control.
Para ejemplificar, les comentaré algo que me tocó vivir en el 2007 en los inicios de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, recordarán una mañana cuando se desplomó una persona de un puente peatonal provisional sobre el Periférico, en pleno tráfico matutino. Sorprendentemente, estando los cuerpos de emergencia atendiendo al herido les cayó a lado un segundo peatón del mismo puente, los hechos quedaron registrados por una transmisión en vivo de los noticieros matutinos.
Obvio, se clausuró temporalmente el puente provisional, se inició una revisión de los puentes peatonales en Distrito Federal, responsabilizando de esta tarea a dos secretarías, Protección Civil y Obras y Servicios.
En la siguiente reunión de gabinete, los titulares de Protección Civil y de Obras y Servicios, el Dr. Moreno Brizuela y el Ing. Jorge Arganis, respectivamente, presentaron sus informes a Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno. En las conclusiones, Obras mencionó que el 80% de los puentes peatonales en la Ciudad estaban en condiciones de seguridad, mientras Protección Civil señaló que el 50% de los puentes presentaban riesgo a la población.
Se suscitó un gran debate sobre la veracidad de las cifras, se encargó a la Dirección General de Obras Públicas y a la Dirección General de Prevención armonizar la información. En resumen, la discrepancia venía desde el punto de vista técnico de la Secretaría de Obras, por su vocación hizo un análisis de seguridad estructural, sus cifras eran ciertas; sin embargo, no consideró las condiciones de seguridad peatonal que sí tomó en cuenta Protección Civil, esa diferencia de enfoque fue fundamental para abordar acertadamente la reparación de los puentes peatonales.
López-Gatell me recuerda a esos técnicos, no ven el uso del cubrebocas como algo prioritario, técnicamente hablando no evita que uno se contagie, pero socialmente sí evita la propagación del contagio. El Subsecretario en cuestión es efectivamente un “técnico”, no está preparado para coordinar acciones sociales encaminadas al manejo de un desastre, en este caso sanitario, él solo sabe dar cifras, comportamientos, es su función y su vocación.
EN POSITIVO, la pandemia no elimina los eventos, tanto de orden social como natural, próximos a suceder, se debe tomar la decisión patriótica de crear la Secretaría de Protección Civil Federal, esa que no tomaron otros gobiernos y la 4T tiene en sus manos como oportunidad de oro para México.