Columnas
Continuando con este tema, que para un servidor es muy atractivo, lo haré con algunos datos interesantes sobre internet; como por ejemplo: que el primer sitio web creado, info.cern.ch, aún está en línea. Es un sitio HTML básico con unas pocas líneas de texto; otro dato interesante es que para producir un solo mensaje de correo electrónico se requieren 2,000 millones de electrones; así mismo, más de 8,700 millones de máquinas están conectadas a Internet; otro dato interesante es que los 5 millones de terabytes de Internet pesan menos que un grano de arena; de igual forma, más de la mitad del tráfico web consiste en la transmisión e intercambio de archivos; igual de interesante es que Internet tardó 4 años en llegar a sus primeros 50 millones de usuarios; así también, es importante saber que, tan sólo 7 personas controlan todo Internet, están asignadas a la Corporación de Internet y Números asignados ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers) y poseen 7 claves diferentes. En caso de catástrofe, pueden reunirse y restaurar Internet; entre otros datos que llaman la atención.
Ligado al surgimiento, desarrollo y fortalecimiento de Internet, a la par de ello, han venido cobrando especial relevancia los datos como un comodity o insumo esencial, de tal forma que hemos transitado del agua y el vapor, a la electricidad, a la electrónica y Tecnologías de la Información (circuitos integrados); a los sistemas físicos de producción cibernéticos y a las experiencias inteligentes conectadas; haciendo notar que en los últimos 3 procesos, los datos han sido básicos para el logro de los objetivos que se han trazado; debido a ello me permitiré hacer un pequeño recorrido sobre la hoja de ruta que se ha dado a los datos en el transcurso del tiempo.
Al final de la década de los años setenta aquí en nuestro país se dio el fenómeno de la llegada de la computación de manera incipiente a la población en general (quizá algunas instituciones educativas privadas ya habían iniciado con anterioridad) y este proceso sucedió a través de escuelas muy pequeñas que lanzaron a las calles a un gran número de promotores, que en un trabajo casa por casa incentivaban a los padres de familia para que se inscribieran ellos mismos o a sus hijos para aprender computación, decían en aquel momento que esto sería el futuro en el corto, mediano y largo plazo, lo que era difícil de creer o comprender para los ciudadanos.
En ese entonces lo que ofrecían eran cursos de técnico Capturista de Datos y en el mejor de los casos de Técnico Programador Analista de Datos; es decir, era la punta de lanza de lo que yo llamo “El Gran Círculo de la Data o de los Datos”; un tema que actualmente tiene gran relevancia y forma parte del nuevo estilo de vida de los seres humanos, asunto que explicaré más adelante a detalle; posteriormente, se lanzaron carreras ya a nivel universitario o de institutos Tecnológicos, unas de ellas fueron las Licenciaturas o Ingenierías en Informática, Sistemas Computacionales, éstas, sólo como ejemplo de los avances y cambios originados por la disrupción de la ciencia del cómputo en el país. Debo destacar que el acceso a esta nueva materia se dio con mayor énfasis en las instituciones de educación privada.
En un asunto al que muchos no le dieron la importancia que tenía, un grupo de empresas de las cuales no se conocían sus orígenes y se tenían pocos antecedentes, desplegaron ejércitos de jóvenes en las distintas ciudades del país; mismos que algunos llegamos a creer que eran personal del entonces llamado Instituto Nacional Electoral (INE), los cuales realizaron en campo prácticamente un censo de cada domicilio, negocio o todo lo que existiera, esto lo hicieron calle por calle y ciudad por ciudad, generando grandes cantidades de datos.
De todo este proceso, me atrevo a pensar que el propio gobierno federal no estaba inmerso en ello o como debiera ser, ejerciendo su papel rector dentro del entorno económico y social, lo que hubiese permitido resultados en favor de los ciudadanos; sobre todo, partiendo del hecho de las implicaciones futuras y el impacto que tendrían dichos planes de las empresas, que hoy sabemos son conocidas como tecnológicas y que tienen como unas de sus características la autorregulación y operar en el ámbito supranacional (extraterritorial).
En una siguiente etapa de ese proceso que esas empresas ya tenían definido de manera puntual, se aprovechó la fuerza laboral generada en materia de cómputo, ya que haber recolectado la información no era suficiente, sino que el paso a seguir debía ser capturar en computadoras todo lo recabado, labor que realizaron los Capturistas de Datos en una actividad ardua que fue muy poco reconocida, debido a que algo que distinguió a estas labores fue siempre la poca o nula transparencia u opacidad.
Después de lo anterior, el camino a seguir sería procesar todos los datos para obtener, entonces sí información y con ello ejecutar las labores de programación, que era un asunto también incipiente en aquellos ayeres en el país. El valor de la información cambió aquel dicho mexicano que decía; “El conocimiento es poder” y transitó al nuevo y vigente; “La información es poder”, lo que identifica esta nueva “Era Datocéntrica” en la que vivimos. Es de hacer notar que el procesamiento y programación de los datos fue efectuado también por jóvenes mexicanos Programadores de Datos, que dicho con todo respeto, no tenían conocimiento del fin último de los trabajos que estaban haciendo.
La siguiente semana continuaremos con este tema…….saludos cordiales.
Luis Escobar Ramos
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