Columnas
Es muy grave, seguramente desde el púlpito mañanero dirán que están defendiendo la soberanía nacional, que lo que defienden es a la patria y quienes lo interpretamos como la defensa de los cárteles del narcotráfico somos traidores a la patria.
No es cierto, defienden a los cárteles del narcotráfico y esto es gravísimo, al defenderlos lo que piden es mantener grandes extensiones del país bajo el yugo de los criminales y todo lo que eso significa.
No vayamos muy lejos, hoy Sinaloa está sumida en el caos, son ya prácticamente seis meses de "guerra civil" que según las cifras oficiales ha dejado poco más de 600 muertos, pero según los sinaloenses ya son más de mil, y varios cientos más de desaparecidos, con todo y la pernocta inútil de Omar García Harfuch en esa sufrida entidad, el flamante secretario de seguridad pública que también defiende a capa y espada los abrazos del sexenio pasado y la atención de las causas, mientras implementa tímidamente una estrategia contraria que nunca aceptará porque hasta él le tiene respeto al que lo humilló por años, quitándole al final de su sexenio la candidatura de la CDMX, y solo el cobijo claudista le permitió caer parado y estar donde está.
Mientras el estado se encuentra en llamas, quienes se dijeron distintos a los de antes resulta que son iguales o peores, defendiendo a capa y espada al inefable Rocha Moya, salpicado por el narco de narcos del siglo 21, el Mayo Zambada, exhibido mediante volantes lanzados desde avionetas como cómplice de una de las facciones que hoy tienen aterrado al estado. La respuesta es la de siempre, la que instituyó el mesías: "son ataques de los conservadores"; terrible.
Defendemos, según dicen, la soberanía, defendemos a la patria. Les tenemos muy malas noticias, la patria fue violentada el 25 de julio del año pasado por un comando de élite del ejército estadounidense para extraer al narco de narcos del siglo 21 ante la pasividad de un gobernador que parecía estar en complicidad con el mencionado criminal, y un gobierno federal cuyo titular visitó cinco veces en su sexenio Badiraguato, la cuna del cártel de Sinalo, y lo más que hizo fue amenazarlos con acusarlos con sus mamases y sus abuelitas para que se porten bien..
La soberanía nacional fue violentada en su cara, y ni siquiera fueron capaces de protestar por los medios diplomáticos, quisieron esconder la humillación que les propinaron exigiendo una explicación, que nunca llegó, al gobierno estadounidense, y acusándolos de ser los causantes de la violencia en Sinaloa.
Defienden a los cárteles del narcotráfico arguyendo la chabacana defensa de la soberanía nacional, como si a Estados Unidos le interesara invadirnos, si a esas vamos tienen más interés en Canadá que en México, y ya lo dijo el propio Trump.
¿Quién les ha dicho que para combatir a estos criminales se necesita una invasión?, es solo la justificación de su incompetencia y complicidad por omisión, porque aquel que los abraza y los acusa con sus mamases y sus abuelitas no es otra cosa más que cómplice de esas bestias asesinas.
En la semana que pasó los medios de comunicación reportaron vuelos de aviones estadounidenses cerca de las aguas mexicanas a la altura de Sinaloa, también la navegación de barcos con bandera de nuestro vecino del norte en aguas internacionales pero cerca de las costas sinaloenses; no hace falta entrar a México, algunas versiones recabadas por este reportero señalan que ya están en marcha las operaciones de inteligencia primero contra el cártel de Sinaloa aprovechando sus conflictos internos, y después con los que siguen; el descabezamiento del líder histórico fue clave, ahora lo que hacen es atacar el cuerpo, y todo a distancia. En la DEA, pero sobre todo en organismos como la CIA están muriéndose de la risa si es que les llegan los reportes mañaneros de quien no deja de querer extender la sarta de incoherencias provenientes del sexenio pasado que han llevado al país a su mayor crisis de seguridad en este siglo, y quizás en la historia de la nación.
¿Quién habla de invasiones armadas?, solamente los trasnochados y quienes pretenden mantener sus cuotas de poder con el discurso barato dirigido a quienes ya cautivos por medio de un programa social, tienen que pagar su parte, mientras México sigue bañado en sangre.
La buena noticia es que en Estados Unidos parece que la guerra contra los cárteles va en serio, la semana pasada de plano los consideraron como enemigos del país, en los hechos ya son "organizaciones terroristas"; la mala noticia es que en México seguimos con el discurso setentero barato de la defensa de la soberanía, ojalá no vayan a salir con que el narco también es soberanía, así como cuando dijeron que el narco también es pueblo.
¿Por qué defendemos a los cárteles?, la pregunta parece no tener respuesta, el pretexto de la defensa de la soberanía les va a funcionar porque sus bases están llenas de mexicanos sin mucha cultura, pero en el fondo saben que el problema es profundo y que su defensa los llevará tarde o temprano al basurero de la historia, junto a los que tanto criticaron y de los que dijeron que eran totalmente diferentes.