El año nuevo es motivo de celebración. Nos juntamos con los amigos y con nuestros seres queridos y nos reunimos para brindar con una copa de vino o alguna otra bebida. Nos deseamos todo lo mejor para el año entrante, nos damos el abrazo y festejamos hasta la madrugada. Entre la Champaña, los espumosos y el Prosecco, las burbujas son sin duda la opción más popular, una efervescencia que explota en la copa y en la boca en euforia al filo de la medianoche.
El 2025 se encuentra “a la vuelta de la esquina”.
La pregunta clave no es ¿cómo lo vamos a celebrar? Sino ¿qué vino debemos de beber en Nochevieja? Celebrar el fin de año es un gran momento, un ritual en el que convergen las mejores tradiciones de la cultura internacional, sobre todo dos: la comida y la bebida. La cena de fin de año reúne a amigos y familiares en torno a la celebración por excelencia. Un evento que pone en la mesa no sólo los mejores sabores, sino también sentimientos y esperanzas: el deseo de futuro sólo puede ir acompañado de una rica comida y unas muy buenas bebidas. En este articulo veremos cómo elegir la bebida adecuada para compartir durante la cena de Nochevieja, desde el aperitivo hasta el ultimo brindis sin olvidar los platos principales.
Hablaremos de 4 maridaje que escogí para esta ocasión: en cuanto a los vinos a elegir para Nochevieja, la primera forma de navegar por el enorme panorama de la excelencia del vino podría empezar por la distinción entre etiquetas blancas, tintas o “sparkling”.
Se supone que el vino blanco es perfecto para aperitivos y mariscos, el vino tinto para carnes (dependiendo de su nivel de intensidad y estructura) y un buen vino espumoso queda bien para abrir al filo de la medianoche; eso es lo clásico, lo que todos conocemos. Pero hoy voy a realizar un experimento a mi manera.
Yo nací en Portugal, crecí en Israel, estudié en Francia y vine a parar a México a mediados de los años 70´s, por lo que se me ocurre, maridar platillos de estos 4 países, con 4 bebidas de estos mismos países:
¿EMPEZAMOS?
Para comenzar la cena, elegí una entrada que me fascina. Se trata de un hummus: Es un platillo del Medio Oriente; una preparación que se sirve habitualmente en un plato acompañado de porciones de pan pita. El hummus es una crema de garbanzo, cocida con zumo de limón que incluye pasta de tahine (semillas de sésamo molidas) y aceite de oliva. Yo lo maridaría con un deliciosos Vino Verde portugués.
Para el segundo tiempo se me antoja un “entrecot” bien francés, frito en mantequilla y servido con una montaña de patatas fritas acompañado con salsa holandesa y bearnesa. Lo maridaría con un Cabernet Sauvignon de la marca israelí Mount Hermon del Golán Heights.
En el tercer tiempo no podría faltar un riquísimo mole poblano. Iría perfectamente bien armonizado con un buen Champagne Taittinger Brut.
Y para terminar, el postre que elegí es un icono portugués llamado “pastel de nata”. Los “pasteis de nata” son tartaletas de crema de unos 8 centímetros, hechas adentro de una copa de hojaldre. Me gustaría armonizarlos con un buen Mezcal. Creo que marida perfectamente bien. Y así voy a recibir a mis invitados la noche del “reveillón”. Una entrada israelí con un vino portugués, un segundo tiempo francés con un vino israelí, un tercer platillo mexicano con una champaña francesa y un postre portugués con un Mezcal mexicano.
Todo muy ecléctico, original e internacional. Y para recibir el año nuevo a la media noche en punto junto con las doce tradicionales uvas, cualquier vino rosado o espumoso es bueno. Lo importante es brindar y desearnos un
FELIZ AÑO NUEVO.
Les deseo a todos los lectores de esta columna un 2025 lleno de prosperidad, abundancia, salud y trabajo y nos vemos el próximo año con un sacacorchos en una mano y una botella de vino en la otra, para empezar el año nuevo catando.
En cuanto a mí, me puedes escribir a anaisdemelo@columnist.com con cualquier duda o pregunta sobre vinos.
¿Y tú, ya fuiste por tu copa?