Desde hace 49 años, el 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente. Un día que sirve para reflexionar sobre las grandes crisis que enfrentamos la humanidad en estos tiempos: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Y más que reflexionar, ante la situación de emergencia climática que vivimos debemos tomar acciones concretas, inteligentes y contundentes.
Año con año seguimos alertando la situación del calentamiento global y sus consecuencias para el planeta y quienes lo habitamos. Las decisiones y acciones que se han tomado hasta el momento son insuficientes. Tanto organismo internacionales como los gobiernos de los países adoptan resoluciones sin que exista un marco legal que realmente obligue a su cumplimiento.
Paradójicamente en nuestro país, el mismo domingo 5 de junio hubo elecciones locales en 6 estados para elegir gubernatura, renovar un congreso local (Quintana Roo) y 39 municipios (Durango). Y es paradójico porque los resultados electorales muestran que las preferencias de la mayoría están lejos de la agenda ambiental.
En estados como Oaxaca -afectado por el huracán Agatha- o Quintana Roo que son azotados frecuentemente por fenómenos naturales terminaron eligiendo gobiernos que en estos años han demostrado un nulo interés en la agenda ambiental. Lo mismo podemos señalar de estados como Durango o Tamaulipas que sufren tiempos de sequía e incendios forestales. O tal vez, sobre Hidalgo y Aguascalientes donde abundan asentamientos irregulares en las zonas periféricas de sus centros urbanos.
¿Por qué las mayorías eligen gobiernos sin una auténtica agenda ambiental? ¿Qué factores inciden en que los votantes consideren los problemas ambientales como algo secundario cuando muchos de ellos padecen las consecuencias del cambio climático?
Podemos criticar a los gobiernos, partidos y políticos por no asumir un compromiso claro contra el cambio climático. Quejarnos y maldecir cada que nos quedamos sin agua, hay incendios en algunas zonas boscosas o que miles de familias resultaron damnificadas por inundaciones. Lo cierto es que como sociedad no podemos exigir lo que no estamos dispuestos a hacer.
Si continuamos aceptando que nos gobiernen los indolentes, ineficaces y depredadores ambientales es difícil esperar resultados diferentes. Mientras quienes proponen cambios sustanciales a favor de la sustentabilidad, a realizar acciones contundentes para atender la emergencia climática o defender la biodiversidad del país, quedan fuera de las instancias gubernamentales y legislativas.
Si como votantes seguimos relegando la agenda climática al momento de emitir nuestro voto, tampoco podemos esperar que los gobernantes asuman una postura diferente frente al medio ambiente. Hoy más que nunca debemos asumir como ciudadanía una responsabilidad frente a la emergencia climática.
Este año el lema “UnaSolaTierra” fue retomado después de que ser empleado en la Conferencia de Estocolmo en 1972, en la que se puso el medio ambiente en la agenda global. Hoy, 50 años después, Una Sola Tierra debe servir para que la emergencia climática sea parte prioritaria de la agenda ciudadana y un factor que ayude a elegir verdaderos gobiernos a favor de la sustentabilidad.