Durante el juicio de El Chapo Guzmán en Nueva York, Jesús Zambada García, (a) El Rey, hermano de El Mayo Zambada, dio a conocer uno de los testimonios más claros sobre la estructura del Cártel de Sinaloa. Durante sus declaraciones señaló que el grupo se organiza a partir de líderes nacionales y sub-líderes regionales quienes toman de decisiones sobre narcotráfico y otras actividades ilícitas dentro de su zona de influencia.
Entre los “líderes” identificó a cuatro que han sido hegemónicos durante las últimas décadas: Joaquín Guzmán Loera, (a) El Chapo; Amado Carrillo Fuentes, (a) El Señor de los Cielos; Juan José Esparragoza, (a) El Azul; e Ismael Zambada García, (a) El Mayo Zambada.
Actualmente están fuera del negocio El Chapo quien purga cadena perpetua en Estados Unidos y El Señor de los Cielos quien murió durante una intervención quirúrgica en los noventa. Aunque en 2014 hubo rumores de la muerte de El Azul, en 2019 la FGR seguía ofreciendo 30 millones de pesos por información que llevara a su captura, por lo que se puede asumir que sigue operando. También el Departamento de Estado ofrecía 5 millones de dólares en su programa de recompensas, donde lo describía como un empresario con estaciones de gas, constructoras, centros comerciales y diversos negocios.
Por su parte, El Mayo es uno de los pocos capos de vieja escuela que sigue operando, con la particularidad de nunca haber sido detenido. Después de la inestabilidad que ha tenido el Cártel de Sinaloa durante los últimos años por los arrestos, extradiciones y muertes de líderes principales, es el único que ha tenido el reconocimiento, la experiencia y la fortaleza para controlar (en la medida de lo posible), las diferentes facciones de la organización que parece tarde o temprano se fragmentará.
Tanto Dámaso López y los chapitos (Jesús, Iván, Ovidio y Joaquín), como Aureliano Guzmán y El Chapo Isidro, han buscado en algún momento hacerse del control de la agrupación. No obstante, no han contado con el respaldo de la organización ni con el conocimiento en la operación de tal empresa criminal.
Ni los hijos ni el hermano de El Chapo (que parecieran ser los sucesores naturales) tienen la “autoridad” ni “reconocimiento” interno para hacerse del control. Los hermanos Guzmán son considerados narco juniors, jóvenes a quienes no les costó estar en su posición privilegiada y son percibidos con limitada capacidad para el manejo del grupo. A diferencia de una corporación legal, un grupo criminal no se “hereda” de manera tan sencilla.
¿Qué pasará una vez que no esté El Mayo Zambada? Una figura de tal calibre dentro del mundo criminal mantiene cierto equilibrio dentro del Cártel de Sinaloa, mismo que pareciera frágil ante su captura, muerte o inhabilitación por cualquier otro motivo. Si no surge un liderazgo al interior de la organización suficientemente fuerte para sustituir a El Mayo, podríamos estar en el último periodo de funcionamiento y organización del Cártel de Sinaloa como se ha conocido en las últimas tres décadas. Con su ausencia se pueden configurar diferentes escenarios, tal vez el tendencial consista en su fragmentación en grupos más pequeños de control regional que pueden cooperar entre ellos o no, bajo el mando de las actuales figuras de segundo rango.
El Cártel de Sinaloa prácticamente tiene presencia en todo el país y, si aceptáramos (como sostienen versiones periodísticas), que tiene presencia en más de 50 países en el planeta, difícilmente alguien puede llenar los zapatos para manejar un corporativo transnacional de tales dimensiones.
* Candidato a Doctor en Ciencia Política por la UNAM y fundador de la Consultoría SIE. Twitter: @jgt_00