Columnas
Agua potable, líquido vital sin el cual la vida como la conocemos es imposible en el planeta. Y hoy, sin ser temporada de estiaje (calor y sequía), ya es un tema casi en estado terminal pues los pozos, las tres presas del río Cutzamala están a menos de la mitad de su almacenamiento; niveles mínimos históricos. Las sequías son fenómenos recurrentes, pero en los últimos años, México las ha padecido en extremo, y con mayor frecuencia, intensidad y duración. Y no solo eso, sino que la población, sobre todo en urbes como la capital del país, sigue aumentando en modo casi apocalíptico. Si a estas aristas le agregamos las constantes fugas, el mal estado de la red, la sobreexplotación de acuíferos y negligencia de autoridades y grandes empresas, la falta de cultura en torno a este elemento y el huachicoleo o el uso indebido e ilegal, pues tenemos detonantes que a la fecha arroja a muchas colonias sin el preciado líquido. De ahí que el gobierno de la CDMX, el Sistema de aguas de la Ciudad de México (SACMEX), estén al momento tomando medidas muy drásticas y severas en todas las alcaldías: reducción, suministro por tandeos, cierre de válvulas por días, envío de pipas y reuniones con varios representantes de las 16 demarcaciones para generar trabajo conjunto que permitan atender el radical desabasto del agua . Es momento de que como ciudadanos también hagamos buenos hábitos con el agua, no desperdiciarla, usarla razonadamente, reciclarla…¡cuidarla como se cuida un tesoro, un patrimonio de la humanidad!