MAURICIO HUESCA
La II Legislatura del Congreso de la Ciudad de México, conformada por 66 diputaciones, está haciendo historia en materia de género. Luego de resoluciones de último momento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), 35 mujeres y 31 hombres ocupan una curul en el recinto de Donceles y Allende.
Desde la entrada en vigor de la Constitución de la Ciudad de México, el Congreso local se integra por partes iguales; la de Mayoría Relativa con 33 diputaciones y la de Representación Proporcional, con 33 que incluye, por vez primera, a la Diputación Migrante.
¿Cómo acceden las y los candidatos al Congreso capitalino? Son cuatro aspectos al momento de emitir el voto. El primero es elegir a la persona que aparece en la boleta. El segundo momento es la elección de la lista de representación proporcional o pluris, que está al reverso de la boleta y que son una lista de personas que están candidateadas por los partidos políticos. El tercer aspecto funciona para ver si el partido político conserva su registro o no, porque si no alcanza el 3 por ciento de la votación, lo pierde. El cuarto aspecto es para saber cuántos recursos le tocarán a cada partido político en el siguiente ejercicio fiscal. De esta forma, son cuatro por uno los efectos de nuestro voto.
Para efecto de nuestro Congreso Federal, las y los ciudadanos no decidimos quiénes son las plurinominales, si son doscientas diputadas y diputados de los que, ni siquiera conocemos sus nombres y aparecen al reverso de la boleta. No sabemos el método de elección interna, el partido político tiene una lista que define de manera discrecional, sin preguntarnos, y las y los electores al momento de votar por quien está en la boleta, damos indirectamente nuestro voto a quienes están al reverso.
Por su parte, en el caso de la Ciudad de México, cuando emitimos nuestro voto, se lo otorgamos a la o el candidato que aparece en la boleta, así anunciado con su nombre, pero indirectamente también al segundo lugar que haya perdido la elección en esta boleta, pero que tuvo el segundo lugar del distrito y de esta manera las plurinominales, si bien hay una lista discrecional del partido político, hace una suerte de zíper o un cierre de chamarra, para poder ir mezclando la lista de partido político discrecional con el segundo lugar de cada distrito, de tal suerte que aquellas personas que no ganaron el primer lugar de la elección, pueden ser diputadas y diputados plurinominales. No solamente acceden a una curul las personas por las que sabemos que votamos, sino también, aquéllas que ganaron el segundo lugar con una votación cercana a la de primero.