Por Adriana Moreno Cordero
El senador Martí Batres Guadarrama hizo una propuesta en la que planteó que para llegar a ser legislador no fuera requisito indispensable ser mexicano por nacimiento. Y quien tomó la dedicatoria fue John Ackerman, que inmediatamente alzó la mano y supuso que se aprobaría gracias a la mayoría que tiene Morena en la Cámara Alta.
Sin embargo, el detalle en el que no reparó el esposo de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, fue que tan luego como el senador morenista la presentó, optó por retirarla argumentando por sus redes que, “hubo un proyecto, pero se retiró” y menos se turnó a Comisiones.
Evidentemente el referido intento tenía dedicatoria y era para el señor Ackerman, que pertenecía al grupo de Bertha Luján en Morena pero al no llegar a la dirigencia del partido oficial optó por acercarse a Yeidckol Polevnsky, exdirigente de dicho instituto político y cercanísima a Martí Batres.
Definitivamente, John Ackerman quiere incrustarse de lleno en la política mexicana y ha maniobrado para cortar de tajo con el requisito que le impide hacerlo. Cuando el rector de la UNAM, Enrique Graue, se reeligió en la Rectoría, se movió para que pudiera ser él quien ocupar esa importante posición. Luego, quiso hacer exactamente lo mismo, pero en el Instituto Nacional Electoral, (INE), donde suspiró por la titularidad, pero al final, ni sus propuestas pudieron ser consejeras del Instituto.
La ocurrencia de Batres recuerda algo ocurrido hace muchos años cuando el PAN tenía la intención de lanzar como su candidato presidencial a Vicente Fox, para lo cual, consiguió reformar el artículo 82 Constitucional que establecía que para ser presidente de la República era indispensable ser hijo de padres mexicanos.
El debate fue muy intenso, tanto como las negociaciones que se dieron tras bambalinas. Entre los partidos que se oponían a esta reforma estaba el PRD, instituto político al cual perteneció el ahora senador Batres. El resto de la historia es bien conocida pues Vicente Fox consiguió hacer realidad el lema de su campaña: “sacar al PRI de Los Pinos”.
Probablemente, Batres Guadarrama se vio animado por esta historia; lo raro, es que su propuesta hubiera sido tan fugaz. No puede soslayarse que el intento de iniciativa es un reflejo más de la profunda división —o guerra sin cuartel, como la llaman algunos analistas—, que se vive en Morena en la cuenta regresiva de las elecciones del ya próximo 6 de junio.
A grado tal están los conflictos que cada vez corre más la versión en los corrillos políticos que para dichos comicios, Morena podría perder la mayoría en la Cámara de Diputados, pese a que de ahí, del Palacio Legislativo de San Lázaro, surgió su actual dirigente, Mario Delgado Carrillo.