Caminito a la escuela… sin apurarse a llegar

El día menos esperado del año llegó, estudiantes, maestros y administrativos de todos los niveles educativos en el país tendrán que buscar y encontrar su nueva normalidad a través de la televisión, internet, radio o citas programadas para orientar, evaluar, guiar y cumplir con los objetivos de enseñanza.

Son las 6:30 de la mañana y Luz se levantó para preparar desayuno y alistar agua caliente para que Jesús, de 8 años y María de 5, se bañen. Rápido los niños tomaron té, pan de nata y un plátano… “Ayuda a tu hermana. Que la antena esté libre, a las 8 tiene su primera clase… Dice aquí: Educación socioemocional… ojalá le entienda, si no le ayudas, yo no sé de qué se trata y además tengo que ir a la tu escuela para recoger las tareas de la maestra, ya ves que ella no cree en las clases por televisión”.

-Santi ya vente a la mesa, tu papá te prestará su computadora para que te conectes, ponte solo el suéter de la escuela, no se notará que ya no te queda, así, así… rápido- Son las 9 horas y el niño tiene que pasar lista en Classroom, la plataforma que en su secundaria eligieron para el ciclo que inicia, las clases por televisión serán opcionales.

Elvira, maestra titular de los alumnos de segundo de secundaria prefiere llevar cuadernos por quincena para evaluar el aprendizaje. “Aquí, aunque somos escuela pública, decidimos pedir seis cuadernos divididos por materias, tres para la primera quincena de cada mes y tres para la segunda. Nos traerán los cuadernos para calificarlos mientras trabajan con los de la siguiente quincena, y así hasta que podemos estar en la escuela”.

Son las 14 horas y Pablito tiene que estar atento a una materia nueva: Aprende a amar a México. –Papá ¿una de esas “a” va con “h”?- pregunta el niño de tercero de primaria. –Si no sé de qué va eso de amor por México, menos te voy a explicar ahorita el uso de la “h”, espérate a que venga tu tía a ver si te dice, o cuando me toque ir con tu maestra para entregarle la carpeta le pregunto-.

-Ya son las 5 de la tarde… Los niños de tercero y cuarto de Primaria se alistan para llevar una materia común: “Vida saludable”. Es la última materia en Televisa, el resto del día serán repeticiones para los niños que por algún razón no pudieron prender su televisor a la hora indicada.

Martha llega de trabajar, es enfermera y le tocó el primer turno en el hospital de zona 24 IMSS, en Poza Rica, Veracruz, atendió el nacimiento de cuatro niños, uno de ellos lo dejó muy grave contagiado de Covid-19, y llega para revisar lo que su pequeña hija hizo con la ayuda de su abuela, durante su primer día de escuela.

-No pudimos ver la tele, por la lluvia no tuvimos luz todo el día-, le explica la abuela angustiada, -no importa, ahorita hay repeticiones veamos qué alcanzamos-.

Unos 30 mil estudiantes inician ciclo escolar en medio de la pandemia Covid-19 que llegó al escenario extremo anunciado por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell de más de 60 mil muertos. La economía se encuentra contraída y más de un millón de mexicanos han perdido su trabajo o han visto reducidos sus ingresos.

Se dejaron de vender 18 mil millones de pesos de útiles escolares, respecto a los 25 mil millones que se comercializaron el año pasado; “70 por ciento de las ventas cayeron”, dice la Asociación Nacional de Fabricantes de Artículos Escolares y de Oficina.

Tenemos que un 30 por ciento de alumnos dejaron las escuelas particulares y se inscribieron en la educación pública, dice Alfredo Villar Jiménez, presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares.

Mientras, Patricia hoy inicia el ciclo escolar formada en la casa de empeño para vender una medalla y cadena de oro, con eso comprará una computadora para su hijo que cursará el primer año de bachillerato. –Aunque digan que todo será por televisión, si no la compro mi hijo se queda atrás-.

Monte de Piedad reporta que en junio pasado la institución otorgó 606 mil préstamos; en julio poco más de 800 mil movimientos prendarios, y se espera que la cifra se mantenga durante agosto para cerrar en 850 mil empeños. El dato significa un alza de 40.26 por ciento en los tres primeros meses de la reapertura económica.