La Cumbre de Líderes de América del Norte, que se realizó esta semana en nuestro país, expuso la importancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para las tres naciones, ya que ha fortalecido el comercio complementario, sobre todo en el rubro agroalimentario y la integración de mercados.
Esto se hizo más evidente durante la etapa de pandemia, ya que las exportaciones de alimentos mexicanos nunca se detuvieron y fueron el pilar para avanzar en la seguridad alimentaria, la sostenibilidad agrícola y la prosperidad de Norteamérica. Incluso, la región ya se identifica como el granero de América.
“La asociación entre Estados Unidos, México y Canadá hace que nuestras economías y cadenas de suministro sean más fuertes, nuestros países más seguros y nuestra gente más próspera. Aquí está el crecimiento de nuestra cooperación en los próximos años”, expuso ayer el presidente Joe Biden.
Cabe destacar en este escenario la buena relación que existe entre el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, con su homólogo estadounidense Tom Vilsack, que ha permitido zanjar posiciones que pudieran ser encontradas y avanzar en temas de importancia en la relación bilateral.
Prueba de ello es la balanza superavitaria con esa nación y el crecimiento continuo de nuestras exportaciones, como la del aguacate de Jalisco, en beneficio de nuestros agricultores.
De acuerdo con organismos como el Consejo Nacional Agropecuario, American Farm Bureau Federation, American Feed Industry Association. American Seed Trade Association y la Bio Innovation Organization, entre otros, el T-MEC fortaleció y modernizó la forma en que el mercado de América del Norte realiza el comercio y promueve la inversión.
Ahora, el siguiente paso en esta relación de buenos vecinos, aliados económicos y amigos, como la definió ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, será la adopción de tecnología e innovación para el campo, a través de políticas basadas en ciencia, que sean eficientes, predecibles y que cumplan con los compromisos internacionales.
De esta forma, los mercados de América del Norte pueden adoptar tecnología que promueva la seguridad alimentaria, la sostenibilidad agrícola y la prosperidad rural, así como fomentar una variedad de opciones de alimentos asequibles para los consumidores.
Por cierto en la mesa o imagen que exhibieron a medios nacionales e internacionales donde estuvo hasta la SEDENA y Armada de México, no vimos sentado al principal sector que da de comer, ojo con eso.
* La ley del Conacyt.
Académicos, investigadores y personas relacionadas con el sector emitieron un exhorto para detener la iniciativa de Ley General de Ciencia elaborada por el Conacyt, ya que vulnera la estabilidad laboral y la libertad de investigación, además de limitar el acceso a financiamiento, entre otros.
Es importante discutir de fondo este tema, entre la academia, estudiantes, legisladores, iniciativa privada y principales interesados pues la preparación de las nuevas generaciones debe ser una de las principales prioridades para el país. Que así sea.
LUIS P. CUANALO
* Especialistas del sector agropecuario y agroindustrial
* Presidente del Colegio de Ingenieros Agroindustriales de México, A.C.