José Narro
Los procesos electorales, por su naturaleza competitiva, generan disputas y en ocasiones divisiones al interior de los institutos políticos por alcanzar candidaturas y eventuales cargos de elección popular.
Los órganos partidistas encargados de definir y resolver estos conflictos que, insisto, son naturales, deben respetar la pluralidad de voces, escuchar y analizar las propuestas y por último definir por la vía del consenso utilizando el diálogo como la herramienta más eficiente para tal fin.
Nuestro partido hoy necesita poner el ejemplo de pluralidad, prudencia, respeto y sobre todo, evitar a toda costa los vicios del pasado. Imponer candidatos y traficar con influencias, inevitablemente llevará a la ruptura interna de nuestro instituto político.
En ese sentido, en el marco de mi reciente designación como delegado electoral para Jalisco por Morena, hicimos un llamado a la militancia del estado y del país para construir la unidad en torno al proyecto de la Cuarta Transformación y dar paso a la tregua interna para fortalecer la unidad del proyecto.
Compañeras y compañeros del partido: el enemigo de Morena no está al interior; necesitamos unificar a nuestro partido, construir la unidad dentro de la diversidad; esa es nuestra principal fortaleza.
Una manera eficaz y respetuosa es la construcción de órganos colegiados donde estén las principales expresiones políticas internas de Morena para dirigir el proyecto electoral para nuestro país. Trabajar oyendo todas las voces, de forma incluyente y democrática, usando el diálogo como principal instrumento.
La ruta para alcanzar los objetivos del proyecto de la Cuarta Transformación es dando tregua a nuestras diferencias como militantes. La mejor forma de apoyar a la Cuarta Transformación es ganando nuestros territorios, ganando nuestros municipios.
Las candidaturas de Morena serán para los mejores perfiles, quienes no solamente tengan el mayor potencial electoral, sino que también sean representantes del proyecto de la Cuarta Transformación y que conserven los principios del proyecto de No mentir, No robar y No traicionar.
Necesitamos un país sin violencia, sin corrupción, un país que se ponga de pie. Hoy el mayor reto es ponernos de acuerdo sin caer en la tentación del poder por el poder.