Será el 3 de noviembre 2020 cuando se verán las caras los contendientes a la Presidencia de Estados Unidos, tanto los republicanos como los demócratas están en pleno ejercicio de fortalecimiento, de reclutamiento y sobre todo de convencimiento ciudadano; sin embargo, el lunes pasado en Iowa, los demócratas dieron un paso atrás.
El lunes pasado se instalaron mil 700 espacios electorales (entre iglesias, escuelas y zonas públicas) para que los simpatizantes demócratas expresaran su preferencia sobre a quién quieren como su candidato presidencial y, decidieron marchar por los rumbos digitales y contrataron a una empresa para desarrollar una aplicación para que los demócratas pudieran emitir su opinión, pero algo falló y fue imposible dar los resultados la misma noche del lunes lo que disparó las teorías de la conspiración, las críticas y hasta burlas, particularmente del presidente Donald Trump desde su cuenta de Twitter.
El caos en Iowa, donde se da inicio oficial a la carrera demócrata en las elecciones presidenciales, los dejó mal parados, puso de nuevo de relieve los problemas de un sistema arcaico, así como la desorganización y falta de preparación de este partido para la elección de presidencial.
A más de 24 horas del fallido proceso demócrata de Iowa, se conocieron los primeros resultados: con 62 por ciento del escrutinio favorecieron a Pete Buttigieg y Bernie Sanders, que mostraron ventaja sobre Elizabeth Warren y Joe Biden. Sobre el complicado inicio de su partido, Gordon Fischer (expresidente demócrata) señaló… “vivimos en una era diferente, la de la súper velocidad de las redes sociales, la gente simplemente ya no está dispuesta a esperar”.
Mal inicio para los demócratas la forma en la cual arrancaron su proceso de selección y mal augurio para todo el sistema de selección electoral para los estadunidenses. Jeffrey Toobin, analista político señaló…"los caucus son una vergüenza para el Partido Demócrata y para Estados Unidos. No es la manera de elegir un candidato”.
Este fallido ejercicio democrático, arrojó un triunfador, Donald Trump, el seguro candidato republicano para la elección de noviembre. Sobre todo, porque están trabajando para el enemigo sólo basta ver los resultados del casi concluido juicio político o impeachmet en su contra.
Lo ocurrido en Iowa refuerza a los críticos que ponen en entredicho el sistema de colegio electoral de Estados Unidos para definir al presidente en noviembre y, en el que unos pocos Estados tienen la clave del triunfo más allá del voto popular en todo el país.
De estos “accidentes políticos”, parece que nadie detendrá al actual presidente para un segundo periodo al frente del gobierno estadunidense, por más esfuerzos, novedosas estrategias de campaña, pero veremos los millones de Michael Bloomberg que aún están por invertirse.