Eduardo Ramírez será gobernador de Chiapas

Los liderazgos de mayor peso político tienen una posición clave con la finalidad de seguir profundizando el proyecto de la cuarta transformación. Ahí, de hecho, camina Eduardo Ramírez, excoordinador de los senadores de Morena y actual abanderado del lopezobradorismo en Chiapas. Hasta hace poco, sabemos, compitió en la elección interna y superó a una larga lista de aspirantes. Siendo la figura que más sobresalió en la encuesta, rápidamente se afianzó como el protagonista principal. Lo hizo en la precampaña de forma importante. Inclusive, todos los estudios que miden el pulso de la población, lo colocan con más de 38 puntos de ventaja a su favor.

De cumplirse esta tendencia, Eduardo Ramírez arrasará y, de paso, será una palanca de impulso para que Claudia Sheinbaum promedie una intención del voto muy elevada. Las estimaciones, a propósito, rondan entre los 57% para la elección presidencial en el sur del país. La buena noticia, entonces, es que Morena ganará prácticamente todo en Chiapas. Se llevará la gubernatura, la fórmula del Senado y gran proporción de espacios legislativos. Y lo que es mejor, lo hará bajo la batuta del Jaguar Negro. De hecho, esa fue la apuesta de Sheinbaum en la antesala de las definiciones, especialmente por el fenómeno social que, en tiempos claves como este, se ha echado al hombro esa responsabilidad política de un liderazgo de peso político.

Recordemos que, en su paso por el Senado, Eduardo Ramírez se fortaleció como figura pública. De hecho, llegó a la Cámara Alta con muchas expectativas que, a la postre, han mostrado de que está hecho el Jaguar Negro. Lo más relevante es que, en los tiempos más complejos, mostró capacidad para tomar decisiones importantes. Se la jugó con Ricardo Monreal en el proceso interno a sabiendas de la desigualdad que existió. Pese a ello, demostró fidelidad y resistencia en momentos de mucha tensión. De igual forma, fue pieza clave para aprobar una serie de reformas constitucionales que, en este momento, tiene una fuerte repercusión positiva en distintas materias y áreas de oportunidad.

Sin duda alguna, la coordinación de los senadores de Morena ayudó a fortalecer el liderazgo de Eduardo Ramírez. A su vez, en Chiapas, las grandes movilizaciones refrendaron su voto de confianza al Jaguar. Todos los actos públicos, de hecho, fueron la demostración más sencilla de lo que viene una vez que inicie la campaña oficial. O sea, dejaremos de lado un poco lo que pasó en la precampaña y, con ello, nos concentramos, por lo que está en juego, en la perspectiva que anticipa un triunfo inminente. Ramírez, por ejemplo, arrancará la campaña con más de 37 puntos de ventaja a su favor. Asumimos que, con ese margen de diferencia, y bajo la premisa que representa cada proyecto de nación, hay un juicio muy razonado que, sin duda, no lleva a concluir en la victoria del Jaguar Negro en Chiapas.

Para ser más precisos, arrasará en la elección del próximo dos de junio. La parte medular, de hecho, radica en la capacidad política y, de paso, con las grandes concentraciones que se darán cita. Consciente de ello, Eduardo Ramírez sabe perfectamente la responsabilidad política que ha recaído en él. Tiene simpatía y conexión con todos los sectores sociales. Eso, sumado a las cualidades que ha demostrado para gobernar, son la mezcla perfecta para encarar un proceso de esta naturaleza. Para darnos una idea, Ramírez lleva meses y meses recorriendo toda la geografía chiapaneca. Cada rincón, cada comunidad y colonia, la conoce de pies a cabeza.

Damos por hecho que él, el próximo dos de junio, ganará la elección para gobernador. Eduardo Ramírez será un mandatario muy completo. Es muy probable que, con ese efecto, el excoordinador de los senadores tenga un congreso local muy afín. Es, efectivamente, el favorito para suceder a Rutilio Escandón. Lo vemos así, como futuro jefe del ejecutivo en Chiapas. De hecho, a diferencia de otras entidades federativas, Chiapas sigue siendo punta de lanza y, a su vez, un bastión del lopezobradorismo. La llegada de Ramírez, sin duda, vino a revolucionar y ganar la competencia.

Por ese motivo, que no quede duda de ello: Eduardo Ramírez ganará la elección y, para efectos políticos, será el próximo gobernador constitucional de Chiapas.