Columnas
Es verdad, aún hay temas que, dentro de la administración estatal, hay que continuar fortaleciendo para mejorar el desarrollo de la entidad de Michoacán. Sin embargo, hay mucho tramo por delante y, en la medida que el tiempo transcurre, el gobernador ha presentado un esquema de propuestas para seguir avanzando de manera sustancial. De hecho, se puede decir que, los meses más críticos, fueron a inicios de la gestión, es decir, en la transición de gabinete, pues Alfredo Ramírez, como sabemos, recibió un estado técnicamente quebrado en sus finanzas públicas.
A Ramírez, en ese sentido, le tocó construir las condiciones para revertir la crisis que heredó, sorteando todo contratiempo. Y no solo fue eso, de igual forma ha trabajado en coordinación con el legislativo local para sacar rubros que, indudablemente, han coadyuvado en la política interna, especialmente en temas de la agenda que han sido calificados como medulares. En pocas palabras, el gobernador constitucional de Michoacán ha cumplido con las expectativas depositadas en él. Incluso, dos años después de la toma de protesta, sus índices de aprobación son muy elevados.
De acuerdo con la metodología en Demoscopia Digital, Alfredo Ramírez se ha consolidado con más del 60% de aprobación. Es decir, la inmensa mayoría de la ciudadanía tiene confianza en este gobierno y, para la gobernabilidad, ese ha sido un punto de equilibrio a partir de su llegada al despacho. Dada esa gran base de apoyo con la que cuenta, el mandatario, en esta gestión, tiene cuatro años restantes para continuar profundizando las políticas de la Cuarta Transformación.
Además de provechoso, ese ha sido otro de los atributos de Alfredo Ramírez, ya que, como sabemos, la colaboración con el presidente López Obrador ha generado numerosos beneficios en infraestructura y obra pública, así como en la ampliación de los programas sociales. O sea, fue muy evidente la llegada de Morena a la entidad Purépecha. La prueba más sólida es, ni más ni menos, el porcentaje de respaldo a su favor que, comparable con otros funcionarios, es altamente productivo en términos de trabajo y, de paso, se distingue por ser de los más eficientes en cuanto a rendición de cuentas.
Sin ir más lejos, Michoacán ha sido uno de los estados que más ha ido avanzando en muchas materias. La base de todo, claro está, son las finanzas sanas del estado. Se sabe que, en medio de esa austeridad republicana, los recursos han sido aprovechados y, sobre todo, destinados a programas de desarrollo, educación y salud. Se asignaron, por ejemplo, plataformas de ayuda para la población más vulnerable regida no solamente por el eje rector del Bienestar, sino de mecanismo internos adicionales que, al fin y al cabo, terminan por fortalecer esa gran necesidad que aqueja.
Hoy, en Michoacán, podemos decir que la Cuarta Transformación ha echado raíces y, con ello, el desarrollo que se ha visto reflejado en acciones de beneficio colectivo. De este modo, es factible afirmar que, en virtud de la tarea que el pueblo le ha asignado, Alfredo Ramírez, gobernador constitucional, ha cumplido con su responsabilidad. Visto desde ese ángulo, el ejemplo más claro son, por mucho, los altos índices de aprobación a su favor. De manera paralela, el avance sustancial en tareas que se han asignado como prioritarias, hablan por sí solas.
Esto significa que, para los habitantes de la entidad de Michoacán, el territorio ha dado un giro positivo, al mismo tiempo que, los proyectos en puerta, representan una llave de acceso para continuar profundizando las políticas de la Cuarta Transformación.
A propósito, de la mano de Alfredo Ramírez, referente máximo de aquella entidad, Morena ganará el ejercicio electoral. O sea, se llevará la fórmula del senado, la mayoría de distritos y, con ese efecto, gran proporción de ayuntamientos.