En las últimas semanas el debate sobre la desaparición de los fondos y fideicomisos ha resultado ríspido; mal llevado, agravará las diferencias entre los mexicanos; sin embargo, debemos entender que hay un cambio, no son fáciles, aún sean para nuestro beneficio naturalmente existen resistencias, por ejemplo, hacer ejercicio beneficia nuestra salud; no obstante, gran parte de la población no lo hace porque exige una modificación de nuestra conducta, lo mismo sucede con respecto a la alimentación, el consumo de alcohol, el tabaquismo, entre otros.
He sido un defensor, como lo he demostrado en las columnas recientes, del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), porque no solamente está enfocado hacia las emergencias, sino también hacia la construcción de proyectos preventivos para construir herramientas, sistemas y obras, las cuales sirven para mitigar y responder ante las calamidades. De ese fondo se hacen los atlas de riesgos, los sistemas meteorológicos y de alerta temprana, los sistemas de monitoreo sísmico, entre muchos otros, que estaban cubiertos dentro de este fondo “paraguas”.
Pero hace poco en una plática con expertos en la materia, colegas de la Protección Civil y con conocimiento profundo en la materia, comentaban que el Fonden tenía también defectos, había algunos pasos a perfeccionar, había de mejorar aspectos esenciales como la coordinación interinstitucional, la elaboración precisa del censo de población afectada y sus necesidades puntuales para la aplicación transparente de los fondos, en donde lo necesitan y ese es el discurso de las autoridades al respecto. También, mencionaban a los apoyos internacionales, los cuales deberían llegar a su población objetivo; actualmente, no existen herramientas que permitan hacerlo con agilidad y la transparencia necesaria.
Bajo esta premisa podríamos dar un voto de confianza a la actual administración, permitiendo la construcción de nuevos mecanismos de atención de desastres y que estos lleguen más rápido a las personas que realmente lo necesitan. Si logra esto el gobierno actual, nos dejará gratamente callados a los que hemos criticado esta decisión.
Los momentos son difíciles a nivel mundial, es una realidad, debemos ser más proactivos y positivos, es lo que necesita México en este tiempo, aunque sé que el estilo no ayuda, es donde debemos demostrar que somos una sociedad madura, centrada, preparada y propositiva. Desde la época prehispánica hasta nuestros días cuando se ha sembrado odio, se han cosechado guerras fratricidas, no lo permitamos, pongamos el ejemplo.
EN POSITIVO, hace mucho tiempo no veía una noticia tan importante para los consumidores como fue suspender la venta de quesos de las marcas prestigiadas, se habían dedicado engañarnos vendiendo otras calidades, estas son las acciones que necesitamos los mexicanos, bien por la Secretaría de Economía y la Profeco, pusieron un gran ejemplo, enhorabuena.