Hace unos años estuvo de moda una serie llamada The Game of Thrones (Juego de Tronos) en la cual mencionaba “Winter is coming…” (el invierno se acerca), para señalar que se acercaba una época sumamente difícil para todos los pobladores de ese mundo de ficción. La frase encerraba la necesidad de dejar pleitos mundanos de poder y prepararse juntos para enfrentar una amenaza mayor, la cual pondría en riesgo a su especie.
Las personas dedicadas a la Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil saben que cada época del año aumenta la vulnerabilidad de diversas regiones del país; por ejemplo, lo que está sucediendo en Tabasco y en Chiapas, es una copia de lo acaecido en 2007. Pero también es una muestra de la negación del pasado.
Desde el inicio de la pandemia, expertos nacionales y extranjeros señalaron al invierno como una época de rebrote, repunte o el sinónimo que usted decida; que tanto las autoridades y la población en general deberíamos estar preparados para esta estación del año, sobre todo, si no había un tratamiento específico para combatir la enfermedad. Incluso, aún con la vacuna, la mayor parte de la población, por razones de logística, no contaría con la misma.
El invierno está muy cerca y ya tenemos “repuntes”, las autoridades y la población nos encontramos en una encrucijada mortal; por un lado, el mundo occidental está cerrando actividades, esta medida es adecuada para países con finanzas sanas, pueden dar apoyos a las empresas y a los trabajadores para que la economía resista estos cierres temporales de los negocios no esenciales. Sin embargo, en naciones sin finanzas sanas, no dan apoyos a los empresarios y trabajadores, el cierre de actividades significa amputar su economía, crecimiento y estabilidad sociopolítica, que podría derivar en estallidos sociales por hambre.
México no es occidente, somos Iberoamérica, específicamente Latinoamérica, con características de subdesarrollo acentuadas y una economía tambaleante. Una nueva suspensión de actividades quebrará a los negocios que han sobrevivido y aún están en la economía formal; además, va generar clandestinidad, retrasando los avances que se habían hecho por décadas en materia económica.
EN POSITIVO, debemos mirar a los países que han controlado con éxito los efectos más nocivos de la pandemia, es decir, seguir el ejemplo de Japón, Corea del Sur, incluso China; los cuales aprovecharon adecuadamente las tecnologías de la información, además de generar campañas agresivas de concientización, pero, sobre todo, hicieron un análisis profesional de los datos, focalizando los puntos de contagio, aislándolos y generando alertamientos locales a la población para evitar la propagación de la misma.
Pienso que definitivamente el manejo de esta epidemia está en manos de los gobiernos estatales, ellos deben tomar la batuta e implementar las acciones que den resultados, para no sacrificar más a los pobres.