El manejo de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia a la que nos enfrentamos en la actualidad requiere también un análisis de las implicaciones económicas y sociales que se producirán.
Quienes no somos expertos en temas sanitarios o epidemiológicos, podemos aportar elementos de estudio relativos a otras disciplinas, que permitan tomar en cuenta aspectos adicionales útiles en la reflexión y toma de decisiones sobre el manejo de la situación.
No basta con enfocarnos solamente en la problemática en materia sanitaria. Al riesgo de salud pública que representa el Covid-19 se deben sumar el problema de desinformación generalizado y la falta de políticas públicas integrales. Estos dos fenómenos pueden generar consecuencias sociales y económicas que podrían agravar la situación.
Por ello, resulta indispensable armonizar y unificar las políticas públicas de emergencia para hacer frente al Covid-19. La suspensión de clases en escuelas de educación básica, sin una política generalizada que permita el trabajo en casa de padres y madres de familia, podría producir mayores problemas de los que se pretenden resolver. No es suficiente que cada centro de trabajo en el sector público y privado, tomen sus propias medidas para enfrentar la situación. Es importante que las decisiones en esta emergencia se conduzcan desde una sola estrategia de política pública con una visión integral del problema, y no por ejemplo a partir de criterios distintos en cada entidad federativa.
Lo anterior, solo es posible centralizando y unificando los espacios de toma de decisiones sobre esta emergencia, como lo dispone la constitución, a través de la figura del Consejo de Salubridad General (que se tardó en instalarse ante la emergencia) mismo que, junto a la Secretaría de Salud, en caso de epidemias de carácter grave, tienen la obligación de dictar inmediatamente las medidas preventivas indispensables para hacer frente a la situación, pero estas medidas deben contemplar el impacto social y económico, por lo que una primera medida urgente, para hacer posible el diseño de una estrategia integral, es la declaratoria formal de emergencia sanitaria.
Por otro lado, la medida de aislamiento social o “cuarentena” sin duda afectará económicamente a muchas familias que viven de lo que ganan al día: profesionistas independientes, comerciantes, o empleados en empresas privadas.
La Ley Federal del trabajo establece medidas compensatorias (a cargo de los patrones) en caso de emergencias sanitarias, pero requieren de una declaratoria formal, que hasta el momento no ha sido emitida por las autoridades sanitarias.
Flor de Loto: “Estamos a tiempo de que se establezcan medidas de actuación dirigidas a la población en general, través de una sola conducción de política pública integral, y se informen a la brevedad. No es deseable que el problema social pueda incluso rebasar el tema estrictamente de salubridad general”.