En mi vida, la única constante son mis conexiones personales. He cambiado de trabajos, de ciudad, de carrera, de hobbies, de un montón de cosas, pero lo que permanece constante en mi vida son aquellas personas con las que conecto y cuya energía se sigue alimentando para fluir en el mismo sentido.
Así es como me he hecho de lindas amistades en mis diferentes espacios de interacción, mismas que me han permitido tener extraordinarias experiencias gracias a su calidez e inclusión. Así fue como tuve oportunidad de ser invitada a la inauguración del Festival Gastronómico Español de Hoteles Camino Real en colaboración con el Centro Castellano.
La presentación se desarrolló en el Hotel Camino Real de Polanco, diría yo, el más icónico del grupo y donde el Grupo Castellano tiene una de sus más representativas sedes. Ahí la recepción de quienes tuvimos la oportunidad de participar fue muy amable, acompañada de un rico y fresco clericot.
La presentación estuvo a cargo de Stefano Kimbauer, Director General de Hoteles Camino Real; Gumersindo Vega, Director General de Centro Castellano, y; Mauricio López Suarez, Chef ejecutivo de Grupo Castellano. Cada uno de ellos expresó con emoción su perspectiva e importancia de esta colaboración, máxime cuando la relación entre ambas instituciones tiene más de 20 años (desde que el Centro Castellano
abrió su espacio en este Hotel) y siendo esta es la primera vez en la que se realiza un festival como tal.
Después del protocolo necesario para inaugurar este festín, los participantes tuvimos acceso a la carta que estará presente del 23 de junio al 21 de julio en diferentes Hoteles de Camino Real: Acapulco, Mérida, Monterrey Valle, Monterrey Fashion Drive, Veracruz, Pedregal, Santa Fe y Aeropuerto Ciudad de México. Cada uno de los platillos remite necesariamente a España y sus tradicionales sabores, satisfaciendo con ello a todos los gustos. En el evento existió la posibilidad de degustar todas las creaciones en pequeñas porciones. Atinaron si presumen que probé todo.
De todas las creaciones, aquí les dejo mis favoritos:
1. Morcilla de burgos. Un platillo difícil de pedir de primera mano si no eres previo conocedor del mismo, pero sin duda mi favorito de todo el repertorio que pasó frente a mí. La mezcla de diferentes sabores homogéneamente distribuidos en el embutido fue un lujo al paladar: canela, especias y la propia sangre hicieron un juego al unísono que fue un deleite. Así que para aquellos cautos de las nuevas experiencias culinarias les diría ¡Déjense ir!
2. Paella valenciana con mariscos. Bien azafranada y consistente, este clásico de clásicos se presenta con una basta compañía de manjares del mar, en una cálida composición que sin duda deja feliz a cualquier paladar.
3. Croqueta de jamón ibérico. Generosa y basta, el jamón resalta de su acompañante la papa para abrir el apetito ante la llegada gloriosa del hispano banquete.
4. Flan. Acompañado de un arroz con leche dulce y penetrante, la consistencia y sabor en cada cucharada cerraron maravillosamente la comilona.
Así pues, queridos amantes del buen comer, les invito a disfrutar de este festival en el destino que mejor les acomode. SI quieren ver las imágenes de este evento y su banquete, lo invito a seguirme en mis redes sociales como amante del buen comer (Instagram, Facebook y TikTok).
¡Buen Provecho!
Amante del Buen Comer®