Columnas
La filosofía es la disciplina que se ocupa de la búsqueda del conocimiento que nos lleve a la comprensión de la realidad. Se enfoca en cuestiones fundamentales como la existencia, la verdad, la moralidad y la naturaleza de las cosas. La filosofía utiliza la razón, la lógica y la argumentación para explorar estas cuestiones y desarrollar teorías y conceptos que ayuden a entender el mundo.
La ciencia, por otro lado, es la disciplina que se ocupa de la búsqueda de conocimiento sobre el mundo a través de la observación, la experimentación y la construcción del conocimiento. La ciencia se enfoca en la recopilación de datos y la formulación de hipótesis y teorías que expliquen los fenómenos observables.
En un escenario ideal, el conocimiento en ciencias sociales y humanidades debería reunir la triple dimensión de filosofía, ciencia y técnica (o práctica) por varias razones:
La perspectiva filosófica aporta una fundamentación teórica, y con ello una base sólida para entender los conceptos y principios que subyacen al conocimiento en ciencias sociales y humanidades. También fomenta la reflexión crítica y el análisis de los supuestos y valores que guían la investigación y la práctica en estas disciplinas. Asimismo, ayuda a considerar las implicaciones éticas de la investigación y la práctica.
Por su parte, el conocimiento científico aporta herramientas metodológicas sistemáticas para recopilar y analizar datos, lo que permite desarrollar conocimientos más precisos y confiables. Además, la ciencia promueve la objetividad y el rigor en la investigación, lo que ayuda a minimizar los sesgos y las interpretaciones subjetivas, y con ello permite generalizar los hallazgos y aplicarlos en diferentes contextos, lo que aumenta su utilidad y relevancia.
A su vez la técnica o práctica permite aplicar los conocimientos teóricos (filosóficos y científicos) en contextos reales, lo que ayuda a resolver problemas y mejorar la calidad de vida, lo cual ayuda a desarrollar habilidades y competencias específicas, lo que aumenta la eficacia y la eficiencia en la aplicación de los conocimientos. La técnica o práctica también fomenta la innovación y la mejora continua, lo que permite adaptarse a los cambios y las necesidades emergentes.
Al reunir estas tres dimensiones, el conocimiento en ciencias sociales y humanidades puede ser más completo, riguroso y aplicable, lo que puede conducir a una mejor comprensión de los fenómenos sociales y humanos, y a la desarrollo de soluciones más efectivas y sostenibles.
Flor de Loto: A menudo se considera que existe un “divorcio” entre la teoría y la práctica. Se piensa que la teoría es algo abstracto y lejano, mientras que la práctica es algo concreto y tangible. Pero esta separación es artificial y no refleja la realidad. La teoría y la práctica están estrechamente relacionadas, y la una informa y guía a la otra.