@onelortiz
A gritos y sombrerazos no avanza la democracia. La pluralidad, la apertura, la paridad de género, no han dado como resultado mejores legislaturas, mejores parlamentarios y mejores leyes. Estoy curado de espanto, en mis veinte años de trabajo en ambas cámaras del Congreso de la Unión he visto de todo. Cada legislatura tiene un perfil, definido por la correlación de las fuerzas que la integran, la personalidad de los legisladores y el liderazgo de los coordinadores de los grupos parlamentarios.
Es común decir que el Congreso, Senadores y diputados, son el reflejo de la sociedad que representan. La afirmación es correcta, pero debe precisarse que el reflejo que proyectan está distorsionado por las estrategias partidarias y los intereses fácticos que representan. Cuando la sociedad ve el comportamiento de algunos integrantes del Senado y de la Cámara de Diputados, se entiende porque, salvo algunas excepciones, carecen de credibilidad y de prestigio social. Inmersos en una guerra de desprestigio. Mienten, insultan, acusan sin pruebas de uno y de otro bando.
Si así es y a así seguirá siendo el comportamiento de los legisladores, que ganas de reducir su número al mínimo y de plano disminuir su dieta sólo al hospedaje y a la comida los días de sesión. Escribo esto no por nostalgia, ni por evocar tiempos pasados, cuando las cámaras estaban dominadas por una sola fuerza política y se respiraba una solemnidad acartonada, monolítica y servil, sino por la evidente necesidad de tener legisladores de un mejor nivel de preparación política y técnica, con lo cual se lograría mejorar el debate parlamentario y sobre todo, tener mejores leyes.
¿Cuántos diputados debe tener un país de 128 millones de habitantes? ¿Cuántos senadores es adecuado elegir por entidad federativa? ¿Existe alguna fórmula, un algoritmo, capaz de establecer la justa proporción entre la sociedad y su representación política? No lo existe. Estados Unidos con trescientos millones de habitantes tiene una cámara de representantes de 435 integrantes y un Senado con cien escaños. La Asamblea Nacional de China está integrada por tres mil representantes, se reúne una vez al año y duran en el cargo cinco; mientras que la Asamblea Nacional de Francia tiene 577 diputados y el Senado, 348 escaños.
La composición del Congreso expresa la historia de luchas políticas y sociales. Los diputados plurinominales en México aparecieron en 1977 , después de la crisis de legitimidad del partido en el poder, la guerra sucia de Luis Echeverría Álvarez y del movimiento estudiantil de 1968. Fue el mecanismo utilizado para que el descontento social se expresara en las Cámaras y no por medio de las armas. Los senadores plurinominales aparecieron en 1996. Pregunta: ¿México está listo para desaparecer a sus legisladores plurinominales?
La política es de bronce.