facebook comscore
Historias de ChatGPT. Pobreza y desarrollo

Historias de ChatGPT. Pobreza y desarrollo

Columnas jueves 23 de febrero de 2023 -


Le pregunté a la IA de ChatGPT cómo sacar a un país de la pobreza (así, con esas palabras), y contestó, en resumidas cuentas, lo siguiente: 1. Con un líder político que tenga visión, compromiso y estrategias claras para abordar los problemas de la pobreza, mejorar el acceso a la educación, reducir la desigualdad y aumentar la inversión en infraestructura; 2. Establecer un sistema financiero robusto: el gobierno debe asegurarse de que el sistema financiero sea transparente y seguro para proteger a los inversores y evitar la especulación.

Además, el gobierno debe promover el acceso a los servicios financieros, especialmente en las zonas rurales; 3. Desarrollar una economía diversificada, en sectores productivos como la agricultura, la industria, la tecnología, el comercio y los servicios para crear empleo y mejorar los ingresos; 4.

Aumentar el acceso a la educación para que los adultos puedan mejorar su situación laboral y 5. Promover la inversión extranjera, mediante la creación de un marco regulatorio favorable a las empresas. Todo lo anterior es inspirador e irrebatible. También es escolar e inútil, cuando no tautológico. Lo que dice el dios en la caja es que a un país se le saca de la pobreza sacándolo de la pobreza, o sea garantizando condiciones que permiten salir de la pobreza. No es una estrategia, sino una declaración de principios, que además tiene todo el sello de un gringo neoyorquino que trabaja en una empresa calificadora; las huellas digitales de la economía neoclásica regadas como en un cadáver.

Revisemos de nuevo los puntos. Resulta que lo primero que es indispensable que no depende de una cualidad weberiana (eso del gran líder), es proteger al sistema financiero, llevarlo a todos lados, proteger a los inversores (no a los trabajadores, no a los consumidores, no al propio Estado, no a los recursos naturales) y crear un marco regulatorio favorable a la inversión extranjera. ¿De verdad no notamos un sesgo claro en estas recomendaciones?

Parece que toda la sabiduría del mundo coincide plenamente con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, que a su vez se basa en los textos sagrados de la escuelas de economía de Virginia y Chicago. Lo malo no es lo que dice, que puede tener algún valor, sobre todo porque casi todo los qués y no cómos, sino lo que no dice. Ni una palabra sobre gravar la riqueza bursátil, esa de los mercados financieros que son la base de la felicidad; ni una palabra sobre combatir la evasión y los paraísos fiscales; nada sobre evitar el modelo de economía extractiva, porque no toda inversión extranjera es igual, hay una que crea riqueza en el país destino, pero otra que la extrae.

En fin, nada que haga evidente lo que debería ser la primera línea de la respuesta: depende. Del país, del contexto, de la época, de las posibilidades, de lo que sea, pero no puede haber una respuesta universal y simplista. Algunos amigos han hecho, por mera curiosidad científica, preguntas más delicadas, sobre extremismos políticos o fabricación de explosivos.

Lo interesante es que no solo se niega a contestar (está bien que no cualquiera pueda tener un manual para fabricar bombas, así por ocioso), sino que también les lanzó una letanía llena de juicios de valor, reprendiéndolos por haber osado hacer esas preguntas. Si preguntas sobre los componentes del nazismo, pues eres un nazi, obvio. Supongo que eso pone en una posición difícil a cualquier historiador del siglo XX. No pretendo descalificar la inteligencia artificial de plano; al contrario, quiero hacer patentes sus límites, empíricamente, como usuario.

Lo primero que queda claro es que sus parámetros son, en parte ideológicos; no cabe esperar otra cosa, puesto que los límites de lo que puede contestar están determinados por lo que es políticamente admisible en esta época, y por lo que se considera, en occidente, discurso de odio, que es el límite a la libertad de expresión (y ahora también a la libertad de investigación). Pero cuando hablamos de temas más neutrales, como los de estrategias de desarrollo, ya no está tan padre que omita a 3 de cada 4 escuelas filosóficas y deje solamente a las que son bien vistas en Davos.

Y eso está haciendo, al menos ahora. Seguiremos explorando los alcances y límites de la herramienta, pues también es cierto que el arte en la utilización de este nuevo modelo será el de saber hacer preguntas, pues no muchos saben, y por eso lejos de resolver problemas, no hacen más que enredarlos. Hay que saber preguntar. Pero de eso hablaremos en la siguiente columna.


No te pierdas la noticias más relevantes en spotify

Envíe un mensaje al numero 55 1140 9052 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas
Línea 13. Columnas
2024-04-24 - 01:00
Mujer seleccionará a General Secretario Columnas
2024-04-24 - 01:00
LA PRIMERA INFANCIA ¡SÍ IMPORTA! Columnas
2024-04-24 - 01:00
India: hacia el “autoritarismo electoral” Columnas
2024-04-24 - 01:00
El poder farmacéutico Columnas
2024-04-24 - 01:00
A unas semanas de la elección presidencial I Columnas
2024-04-24 - 01:00
Tesla y la sustentabilidad Columnas
2024-04-24 - 01:00
Adiós a los contrapesos Columnas
2024-04-23 - 12:42
Es tiempo de debates Columnas
2024-04-23 - 12:38
TIRADITOS Columnas
2024-04-23 - 07:33
Hablemos del agua Columnas
2024-04-23 - 01:00
Línea 13. Columnas
2024-04-23 - 01:00
INVASIÓN DE AUTOS CHINOS Columnas
2024-04-23 - 01:00
+ -