Desde el patio del Federalismo se efectuó un hecho histórico ante la necesidad apremiante de reconocer la labor de los migrantes no sólo del país de México, sino de todos aquellos que por diversas circunstancias truncaron el sueño de llegar al vecino país a cumplir su meta al transitar por nuestro territorio y sufrieron, en un determinado instante, hechos ominosos y peyorativos.
Fue el propio Senador Ricardo Monreal quien acompañado de una representación de migrantes y legisladores, acudió al llamado de clamor y justicia para reconocerles, a los sectores trabajadores del vecino país, su aportación no sólo laboral, sino económica.
Si consideramos la importancia y el equilibrio económico de muchas familias del país, estamos ante una situación sin precedentes. Por esa razón no se puede ocultar o ser, de alguna forma, indiferentes a lo que se ha convertido en una prioridad.
Son millones de mexicanos que, en estos momentos, sufren de la intranquilidad o, tal vez, la incertidumbre y la zozobra por su situación legal.
Por ello, el propio presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado ratificó, en pleno acto, que sumarán esfuerzos y mecanismos que propicien la interlocución con la cancillería, así como con el gobierno federal quienes, en consecuencia, tienen la preocupación y, por tal motivo, han hecho hincapié que existe voluntad del presidente de los Estados Unidos por presentar un proyecto de reforma migratoria.
Aunque más allá de eso, lo más trascendental sucedió el sábado en la Cámara Alta. Fuimos testigos de la respuesta de Ricardo Monreal.
El simple hecho de mostrar empatía y abordar estos temas como asuntos de mayor importancia hablan, a grandes rasgos, de los principios que han estado dirigidos, desde distintas posiciones, a salvaguardar un marco de respeto para proteger los derechos laborales y humanos.
Ricardo Monreal dejó clara la postura personal, y la del legislativo.
A raíz de eso, expresó su asistencia y voluntad; además, partiendo del reconocimiento público sin distinción alguna y con la premisa del mérito y la labor de los paisanos que radican en el vecino país merece, en todo escenario, honrarlos por su labor, su tiempo, así como su esfuerzo y sacrificio ante la necesidad de buscar alternativas.
Ricardo Monreal se inspiró y, con un dedicado y emotivo mensaje, destacó a millones de mexicanos que son la palanca o el motor de estabilidad para miles de familias en México. Por ello, y a pesar de las dificultades que viven y en las que se involucran a diario para laborar en aquel país, nunca bajan la guardia.
Eso fue el detonante para buscar en espacio el tiempo apropiado para descartar la labor. Dada la importancia, aplaudimos la voluntad a la causa de los migrantes.
Buena decisión homenajear a millones de mexicanos; asimismo, es doblemente satisfactoria la empatía que mostró Ricardo Monreal en un mensaje emotivo y lleno de esperanza al confirmar el compromiso no sólo del ejecutivo en la imagen de Andrés Manuel López Obrador, sino también desde el epicentro del legislativo en manos del Senado de la República.
Y, por sí eso fuera poco, se refrendó con una elevada responsabilidad, el compromiso de seguir impulsando una agenda migratoria que, a grandes rasgos, beneficie las acciones de millones de mexicanos.