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Dentro del universo de las constituciones que rigen en México, la Constitución Política de la Ciudad de México ocupa un lugar destacado por su enfoque normativo porque que sitúa en el centro la promoción y defensa de los derechos humanos. Así, su Título Segundo, titulado “Carta de Derechos”, constituye uno de sus pilares fundamentales, estableciendo un marco progresista de derechos.
El Capítulo Primero, denominado “De las Normas y Garantías de los Derechos Humanos”, introduce los principios rectores que orientan la protección y aplicación de los derechos humanos en la capital. En particular, el artículo cuarto, titulado “Principios de interpretación y aplicación de los derechos humanos”, destaca al reconocer los derechos consagrados en la Constitución Federal, los tratados internacionales y la propia Constitución local. Este artículo destaca la dimensión social de los derechos humanos, así como su carácter universal, interdependiente, indivisible y progresivo.
De acuerdo con esta normativa, las autoridades están obligadas a promover, respetar y garantizar los derechos humanos mediante políticas públicas que aseguren la disponibilidad, accesibilidad y calidad de los servicios e infraestructuras necesarias para su ejercicio. Entre los principios destacados, el de progresividad y no regresividad impone la obligación de no solo preservar los avances alcanzados, sino también de ampliar continuamente su alcance, evitando retrocesos. Asimismo, el principio pro persona establece que las interpretaciones jurídicas deben siempre favorecer la mayor protección posible de los derechos.
El Capítulo Segundo, titulado “De los Derechos Humanos”, detalla los derechos específicos reconocidos en la Ciudad de México. Entre estos, destacan los relacionados con la Ciudad de libertades y derechos, tales como:
• El derecho a la autodeterminación personal.
• El derecho a la integridad.
• El derecho a la identidad y a la seguridad jurídica.
• Los derechos de las familias.
• Los derechos sexuales.
• Los derechos reproductivos.
• El derecho a defender los derechos humanos.
• El derecho de acceso a la justicia; y
• La libertad de creencias.
Esta Constitución, busca garantizar la protección y defensa de los derechos humanos. Conocerla a profundidad no solo es necesario para apreciar el alcance de su diseño, sino también para comprender cómo puede contribuir a la vida democrática de la Ciudad de México.