Varios miembros de diversos grupos ecologistas que habíamos conformado el Bloque Ecologista del Estado de Guanajuato (del cual fui vocero oficial) con la ayuda de habitantes de Yuriria encabezados por la Dra. Soledad González, ante la ausencia de atención de funcionarios estatales y federales de los diversos organismos dizque protectores del medio ambiente como la misma Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en su Delegación en el Estado de Guanajuato y la Delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en el Estado de Guanajuato y el entonces Instituto Estatal de Ecología del Estado Guanajuato y la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Guanajuato, presionamos al biólogo José María Alvarado enviado al sitio para atender la emergencia por parte de la Dirección Local de Comisión Nacional del Agua en el Estado de Guanajuato para que fueran enviadas aves migratorias muertas para determinar las causas de su mortandad al Dr. René Rosiles, toxicólogo de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM quien había estudiado aves migratorias muertas en la Presa de Silva en 1994 en San Francisco del Rincón, Guanajuato.
Lo patético es que debido al poco presupuesto (como siempre dicen los burócratas de los tres niveles de gobierno) se enviaron a analizar solamente 5 aves muertas en lugar de 750 que sería el número de aves muertas del 5.0 % mínimo a analizar que exige la estadística. La versión oficial de los resultados de los estudios histopatológicos en tejidos señalaron que en 2 de las cinco aves muertas detectaron trazas de mercurio, una presentó la bacteria del botulismo y en las otros dos no detectaron nada.
Este evento me marcó de manera especial porque tuve la oportunidad de sacar de la Laguna de Yuriria en aquél invierno de 1998 más de 200 aves muertas en lanchas prestadas por los pescadores y la gasolina necesaria para entrar a la laguna y recolectar los cadáveres fue pagada por nosotros y no por las autoridades. Esos cadáveres fueron incinerados por recomendación del biólogo José María Alvarado de la Comisión Nacional de Agua y enterrados con cal en socavones a la orilla de la Laguna. Este ecocidio no fue suficientemente importante para lograr que Vicente Fox Quesada gobernador de Guanajuato y Julia Carabias Lillo, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la federación fueran a visitar la Laguna de Yuriria.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores