“La frase ‘hágalo usted mismo’ cobra un nuevo sentido con la impresión en 3D”: Anónimo.
Como todos los avances tecnológicos que hoy nos rodean, la impresión en tercera dimensión inició en la década de los años 80’s del siglo pasado, digitalizando objetos para reproducirlos en diversos materiales, con el objetivo de darle vida a ese cuerpo previamente copiado.
Actualmente esta innovación científica tiene un auge enorme con la aparición de la Bioimpresión 3D, que ofrece múltiples aplicaciones para la medicina moderna, donde se pretende crear órganos biomédicos, con las mismas propiedades de un tejido vivo y sus funciones al cien por ciento.
En el mundo ya existen empresas, laboratorios y universidades realizando investigaciones al respecto. Por ejemplo, en Tel Aviv, Israel, un centro de estudios consiguió imprimir un corazón 3D usando células humanas, aunque sus dimensiones fueron pequeñas, del tamaño del corazón de un conejo, pero no le quita ser un avance impresionante.
Los investigadores también trabajan en el reto de perfeccionar la impresión de los órganos en tamaño natural, a un costo accesible y con materiales biocompatibles necesarios para mejores resultados.
¿Cuáles son los tipos de tecnología en que se trabaja?
Primera, la Bioimpresión de inyección de tinta. Consiste en el proceso de creación de biotintas sobre un sustrato de hidrogel, el mismo material con el que se fabrican los lentes de contacto, o placas de cultivo. Con ella, se ha elaborado tejido de hígado humano para reparar la parte dañada del organismo con la implantación de tejido sintético.
Segunda, la Bioimpresión por extrusión, que se basa en fundir biomateriales para crear patrones 3D y construcciones celulares. Su procedimiento es a temperatura ambiente incorporando directamente las células de manera homogénea.
Tercera, la Bioimpresión asistida por láser. Se utiliza para depositar biomateriales en un paciente. Esto da una mayor velocidad de impresión y mejor resolución, otorgando órganos exactos y precisos.
Cuarta, la Estereolitografía. Es una tecnología que solidifica un fotopolímero por medio de la iluminación y tiene mayor precisión que las tecnologías anteriores. De esa manera, se imprime en hidrogeles sensibles a la luz, dando mayor precisión.
Quinta, la Bioimpresión por ondas acústicas es una técnica que utiliza un dispositivo microfluídico, que puede manipular partículas individuales para lograr, de una manera no invasiva, la creación de células individuales. Así se logró la impresión de un ovario funcional y piel humana implantable.
Sexta, la Técnica Swift permite la impresión de vasos sanguíneos y tejidos vivos. Con ella se crean canales vasculares en matrices vivas compuestas de bloques de construcción de órganos, derivados de células madre, que se usan terapéuticamente para reemplazar órganos humanos con cultivos de laboratorio o células de los propios pacientes. Con esta técnica, la aceptación del tejido u órgano sintético tiene la posibilidad de un menor rechazo.
De esta manera, los experimentos en biomedicina tratan de conseguir órganos o tejidos a la medida de los pacientes, mientras la medicina tradicional resuelve la aceptación de los nuevos implantes. En otra ocasión nos ocuparemos de las regulaciones legales.
Seguramente esta tecnología innovadora abrirá la posibilidad de salvar a muchas personas y dará una mejor calidad de vida a otras, pero mientras tanto seguiremos esperando sus avances.
Ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones por la UAM.