No coincido con el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que gobernar no tiene mucha ciencia, al contrario, para gobernar bien y con éxito hay que poner sobre la mesa las cartas más importantes en materia humana y dejar de pagar favores políticos que no solo no le han ayudado, sino que lo han perjudicado al tener un gabinete débil, gris y en muchos casos mediocre. La renuncia del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa es un llamado a dejar a un lado a los duros y recuperar a quienes han sido sus verdaderos aliados.
López Obrador está errando en muchas decisiones que le están costando que la confianza con la que ganó empiece a decaer, su error, en mi muy humilde opinión es tener a su lado personajes que no aportan nada a su gobierno, mientras que los que han sido fieles a su causa o los tiene en el olvido o en un segundo plano.
Veamos algunos casos. Si bien la relación del primer mandatario con los medios de comunicación nunca fue de amor y luces, hoy está en completa oscuridad al querer sostener a un hombre que no tiene la capacidad, el conocimiento y, sobre todo, el trato para lidiar con los reporteros de la fuente, mucho menos con los columnistas que, hasta los que estaban de su lado, empiezan a ser duros críticos.
Hacer a un lado a quien fue su vocero desde que líder nacional del PRD, luego jefe de Gobierno del Distrito Federal y candidato presidencial ha sido un error monumental, César Yáñez conoce a fondo el teje y maneje en los medios de comunicación y tiene la altura para conciliar y rencauzar lo que lamentablemente está haciendo mal Jesús Ramírez.
Lo que el jefe del ejecutivo necesita es recuperar a sus amigos, muy pocos, por cierto, pero amigos en verdad y Yáñez es uno de ellos. Ojalá recuerde lo que le pasó con Alberto Pérez Mendoza, un leal compañero que murió sin escuchar que el hoy presidente de la República le pedía perdón demasiado tarde.
En la secretaría de Bienestar quien lleva la carga es la subsecretaria Ariadna Montiel, quien ha sido también por más de una década una mujer comprometida con el proyecto del tabasqueño. ¿Por qué está en segundo lugar?
En el IMSS colocan a Zoé Robledo, que me imagino no sabe ni recetar algo para aliviar la gripe, mientras tiene en un puesto administrativo al doctor Pedro Zenteno que durante muchos años aceptó hacer de todo por creer en el proyecto del hoy presidente de la República.
Todo lo contrario, ha pasado con Marcelo Ebrard, a quien ya se le dice el vicepresidente de México, sabedor de que el canciller está viendo por su futuro, no por México, él quiere y sueña con que ahora sí Andrés Manuel López Obrador le pagará los favores que le ha hecho.
La presidencial al revés.
•Egresada de la escuela de PCSG. Exdiputada
constituyente. Defensora de los animales y
fundadora de "Ángeles Abandonados".