El gobierno de México solicitó una cita, el seis de junio, al Presidente Joe Biden, el mismo día que arrancaba la Cumbre de las Américas.
La reunión de la semana pasada entre los presidentes de Estados Unidos y México celebrada en la Casa Blanca, estaba diseñada para generar un acercamiento entre ambas naciones, luego de la negativa del presidente López Obrador a participar en la Cumbre, lo anterior en protesta por la exclusión de los Gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Por su parte, la Casa Blanca anunció que la visita tenía como objetivo, llevar adelante el trabajo de la Cumbre de las Américas a un segundo nivel.
La recepción protocolaria en el Despacho Oval, previa a la reunión en privado, duró más de lo habitual, ya que el Presidente López Obrador aprovechó su turno para leer un discurso de una media hora donde relató momentos de la relación bilateral durante las últimas décadas y sintetizó las propuestas de su Gobierno. Biden decidió interrumpirle cuando deslizó que EU se había rendido ante la locomotora de producción de China, para recordarle que su país sigue generando más productos agrícolas.
En su visita a Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo cinco planteamientos a su homólogo Joe Biden, principalmente sobre las siguientes propuestas:
1. Garantizar y duplicar el abasto de gasolina para que más estadounidenses puedan cargar gasolina en la frontera.
2. Poner a disposición de EU más de mil kilómetros de gasoductos en la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California, por un volumen capaz de generar hasta 750 megawatts de energía eléctrica y abastecer a 3 millones de personas aproximadamente.
3. Suspensión de aranceles para bajar precios. Propuso que, en el marco del T-MEC, se suspenda la aplicación de aranceles a ciertos productos y se eliminen trámites y costos en el comercio de alimentos y otros bienes.
4. Iniciar un plan de inversión privada y pública entre ambas naciones para producir bienes que fortalezcan mercados y evitar la importación de otras regiones y continentes.
5. Ordenar el flujo migratorio y permitir la llegada a EU de obreros, técnicos y profesionales de distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas temporales de trabajo, para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra. Asimismo, regularizar y dar certidumbre a migrantes que desde hace varios años trabajan honradamente en EU.
El saldo de la cita del martes pasado, no fue el esperado, ya que no se generaron acuerdos en los temas tradicionales migración, comercio, seguridad.
El único acuerdo concreto, fue el compromiso de México de invertir mil 500 millones de dólares en infraestructura en la frontera y en comprar toneladas de alimentos y fertilizantes a su vecino del norte.
El compromiso de infraestructura asumido por el presidente mexicano fue la inversión anunciada en Washington para modernizar la frontera, como parte de un programa ya en marcha en varios Estados del norte del país.
Así que México regresa con las manos vacías y sin ningún acuerdo favorables, y por el contrario con un exhorto a cumplir lo establecido en la Cumbre de las Américas sobre migración, que consiste en desincentivar la salida de los países de origen de posibles migrantes, y facilitar la devolución de migrantes.