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Recuerdo una visita en 2018 a una fábrica de semiconductores en Guadalajara. Durante un recorrido por sus instalaciones, los ingenieros hablaban con entusiasmo sobre los microprocesadores cuánticos, asegurando que su llegada revolucionaría el mundo en una década. En ese momento, la idea parecía más ciencia ficción que realidad, pero hoy, ese futuro ha llegado.
Google ha dado un paso gigantesco al anunciar su microprocesador cuántico. Este avance tecnológico promete resolver en apenas cinco minutos problemas que los microprocesadores clásicos más potentes tardarían 10 cuatrillones de años en procesar. Sí, leyó bien: lo que para una computadora convencional sería prácticamente eterno, para este microprocesador cuántico es cuestión de minutos.
¿Qué hace diferente a los microprocesadores cuánticos?
Los chips cuánticos operan bajo principios completamente distintos a los de los microprocesadores tradicionales. En lugar de trabajar con bits binarios (ceros y unos), usan qubits, que pueden existir en múltiples estados al mismo tiempo gracias a las propiedades de la superposición y el entrelazamiento cuántico. Esto les permite procesar enormes cantidades de datos simultáneamente, logrando velocidades y capacidades de cálculo inimaginables.
Aunque el microprocesador cuántico de Google sigue siendo experimental, su desarrollo ya ha abierto las puertas a un sinfín de aplicaciones revolucionarias. Desde predicciones climáticas con precisión sin precedentes hasta el descubrimiento de nuevos medicamentos, pasando por la optimización de procesos industriales y la descodificación de sistemas criptográficos complejos, las posibilidades parecen infinitas.
El impacto social y económico
Sin embargo, esta revolución tecnológica también plantea interrogantes importantes. La capacidad de acceso a los microprocesadores cuánticos podría profundizar aún más la brecha entre países con economías avanzadas y aquellos en desarrollo. Los primeros, con mayores recursos para invertir en esta tecnología, podrían tomar ventaja en sectores estratégicos como la inteligencia artificial, la defensa y la economía.
Además, la llegada de la computación cuántica traerá consigo una nueva era en la programación. Los sistemas cuánticos requieren un enfoque completamente distinto en términos de desarrollo de software, lo que impulsará la demanda de expertos en este campo emergente.
Aunque es difícil predecir con exactitud hacia dónde nos llevará esta tecnología, una cosa es segura: la velocidad y potencia de los microprocesadores cuánticos marcarán el inicio de una nueva era. Nos enfrentamos a un cambio de paradigma que no solo transformará la tecnología, sino también nuestra manera de entender y resolver problemas en un mundo cada vez más complejo.
El futuro cuántico ya no es un sueño lejano; es una realidad en construcción. Lo que queda por definir es cómo lograremos equilibrar sus beneficios y desafíos para garantizar que esta poderosa herramienta sea utilizada para el bienestar global.
Octygeek / Alejandro del Valle Tokunhaga
Cofundador de Octopy empresa de AI y Robótica.