La actual administración ha enfrentado una situación inédita en circunstancias adversas, recursos escasos y falta de experiencia, en la mayoría de los nuevos integrantes de las áreas especializadas en el gobierno. Como resultado, hemos tenido un número de muertes tan alto que nos ubican en los cuatro primeros lugares del mundo, es decir, los resultados hablan por sí mismos.
Los contrarios al régimen le cargan todo a su inexperiencia y al manejo político que le han dado a esta pandemia; no obstante, debemos reconocer que recibieron un sistema de salud con años de desmantelamiento, así como a un pueblo con un promedio de escolaridad de 2º año de primaria (en 1991 era de 5º año). Sumando todo lo anterior, el Capitán de la embarcación México está en medio de la tormenta perfecta sin las herramientas adecuadas.
Dicho por propios y extraños, la apuesta total de la 4T es la vacunación. Lo increíble es que en este año electoral existan miembros del mismo régimen que quieren descarrilar los logros obtenidos hasta ahorita en la materia, aunque la vacunación es incipiente, ya empezó, eso es un aliciente para todos. Sin embargo, la mezquindad está floreciendo, la guerra por la sucesión presidencial está asomando algo característico de la izquierda, “el fuego amigo”, más pasional y destructivo que el de los enemigos, es decir, se dan con todo, sin limites, sin medir consecuencias, incluso afectando a sus propios intereses, literalmente destruir a su camarada aunque ellos mueran también, así de intensos.
Sería peligroso y desastroso para el país darle a la vacunación un tinte clientelar, eso es una apuesta arriesgada, propicia un manejo discriminatorio, incluso criminal, que podría poner al país al borde de una guerra. Prenden los focos rojos las renuncias “por motivos de salud” de las dos directoras expertas en el manejo de vacunación.
Para dar un ejemplo de cómo funciona el sector salud, en las inundaciones de Tabasco del 2007, ese estado de la República estaba gobernado por el PRI, el país estaba gobernado por el PAN y la Ciudad de México por el PRD. En cuanto llegó el contingente de la Ciudad de México a sumarse, todo el sector salud, no importando quién gobernara, se coordinó de manera perfecta, cada quien asumió su rol, no se podía distinguir quien era de que gobierno o de qué dependencia, funcionaban como uno solo, esa fue una gran lección para mi, me sentí orgulloso de saber que el Sector Salud funcionaba como debíamos de funcionar todos.
EN POSITIVO, el presidente debe estar sereno, olvidarse de la tentación de reinventar en unos días un sistema de vacunación que ha tardado años en construirse, de verdad no debe oír a los radicales, la campaña debe ser manejada por el Sector Salud, como sabe hacerlo. Las medallas serán claramente para Morena; si no, los fracasos serán para AMLO.