De cara a las elecciones del 2024, una coyuntura trascendental para México, cualquier movimiento mal calculado puede tener un costo altísimo, principalmente desde la oposición. Y como “botón” de muestra está lo que le pasó al expresidente de la Confederación Nacional de la República Mexicana, (COPARMEX), Gustavo de Hoyos Walther y sus aspiraciones presidenciales en las que todo indica, hizo muy mal el cálculo.
Haciendo un poco de memoria, hace cuatro años, el exdirigente patronal descartó convertirse en el candidato de algún partido al gobierno de Baja California. Por sus redes, el empresario puso que no buscaba postularse a ningún puesto político, esto, porque lo habían “destapado” desde Palacio Nacional y su relación con la actual administración, siempre fue más allá de lo distante.
En el referido “tweet”, el exlíder empresarial recordó que el organismo que presidía en ese entonces, intervenía desde hace 91 en la vida pública del país, “pero es apartidista”.
Los años pasaron y la postura de Gustavo de Hoyos desde la oposición cambió, de tal suerte que ante la coyuntura que tiene frente a sí la oposición de que su candidato al 2024 surja de la ciudadanía, uno de los fundadores de la organización “Sí por México”, levantó la mano para competir.
Hace tiempo, uno de los fundadores de “Unid@s”, saludó el acuerdo para conformar la coalición opositora, pero insistió en la necesidad de que Movimiento Ciudadano forme parte de ella.
Por sus redes sociales, el empresario norteño, después de hacer hincapié en que los ciudadanos están hartos de los políticos, se preguntó: “¿qué pasaría SI UNO DE NOSOTROS, alguien que no está podrido por el poder, se levanta para tomar las riendas de este país? Hoy lo digo claro y directo: Quiero encabezar ese esfuerzo!! #YaNosToca.”
Si bien y como lo subrayó el empresario que asegura no vivir de la política, además, es imperativo que se reconstruya la confianza ciudadana de cara a las elecciones presidenciales, no dejó de llamar la atención que las organizaciones civiles con las que era afín, se hayan deslindado de la aspiración del empresario Gustavo de Hoyos, muy probablemente porque en lo que hace a sus propuestas, se colocó en un lado más bien radical, como por ejemplo, cuando se inclinó por lo hecho por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele para terminar con la Mara Salvatrucha.
Igualmente se manifestó a favor incluso, de la pena de muerte y hacer lo que sea necesario, sin importar cuán radical sea, para acabar con la inseguridad. No hay que olvidar que en el pasado, el PVEM utilizó políticamente y para su beneficio este tema, el de la pena de muerte que a nivel mundial, junto con otras prácticas, se considera violatorio de los derechos humanos.
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