Columnas
Que no quede duda que las autoridades de salud de las entidades del país deben verificar aquellos vehículos —particulares y públicos— que prestan servicio como ambulancias, porque ello es la diferencia para evitar abusos y riesgos a la salud de las personas que sufren algún accidente.
El presidente de la Confederación de Profesionistas y Jóvenes de México (Conapro), Silvio Octavio García Rodríguez, alertó a este reportero que estos vehículos deben ”contar con la autorización necesaria para ofrecer este servicio.
“Porque se trata de atender y salvar vidas; y evitar a toda costa hacer negocio ante la tragedia de una persona o las familias; se necesitan a profesionales de la salud y no mercenarios voraces”.
El ingeniero, indicó que hay un “aumento considerable” en el número de reportes sobre la colusión de este tipo de transporte con algunos centros hospitalarios de carácter privado, que hacen cobros sumamente excesivos a las personas que requieren atención de emergencia.
“Lucran de manera descarada sin que las autoridades verifiquen y supervisen sus actividades supuestamente profesionales. Se desconoce si estas personas son médicos o socorristas certificados para actuar en caso de emergencias o traslados programados”, expresó.
“Se sabe que las personas que se dedican a este negocio de carácter particular, interceptan llamadas o comunicaciones de emergencia y arriban a los lugares de emergencia antes de que lo hagan unidades del servicio o asistencia pública, como la Cruz Roja; situación que constituye un delito”, expresó.
Por si fuera poco, se sabe de la existencia de un “sitio” de ambulancias en las inmediaciones del Hospital General de la ciudad de México, donde "prácticamente estafan a las familias mexicanas más modestas del país, que requieren trasladar a sus familiares a diferentes entidades, con precios exorbitantes”.
“En caso de no acceder al pago de estos servicios, simplemente dejan en la banqueta a las personas enfermas o accidentadas; dejando vulnerable la vida de estos ciudadanos, incluso, agravando su estado de salud al manipularlos sin tener conocimientos médicos”, indicó.
Recordó que "son siete minutos los que, en promedio, tarda una ambulancia en arribar a la zona de un accidente, por lo que una vida depende de la reacción oportuna de estos héroes sin capa. Si llega un impostor, se corre el riesgo de que los signos vitales se agraven, o, se pierda la vida".
Punto Cero
Se avecina el relevo al interior del legendario Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quizá para este 2022; pero antes, habrá cambios en las secciones de todo el país. En este contexto, la ciudad de México es bastión de la Sección 10, que incluye a trabajadores de educación física; secundarias (diurnas y técnicas), normales, telesecundarias, centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati), entre otros.