Columnas
La inteligencia artificial (IA) en nuestro país ha dejado de ser una simple idea futurista para convertirse en una realidad con impactos y consecuencias tangibles. Hoy puede facilitar la optimización de trámites administrativos, la lucha contra la corrupción y la mejora de la seguridad pública.
La IA ofrece poderosas herramientas para mejorar la gestión gubernamental. Pero, ¿qué tan preparados estamos para aprovechar su potencial? En México vemos la creación de entidades muy interesantes, como la recién Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, o diversas iniciativas en materia de inteligencia y seguridad, donde la IA podría ser regulada para analizar patrones delictivos, optimizar cadenas de suministro y mejorar la eficiencia en la impartición y procuración de justicia.
De acuerdo con el informe EL PACCTO 2.0: Inteligencia Artificial y Crimen Organizado (2024), elaborado por Expertise France y la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, la IA ha sido utilizada en América Latina y Europa para fortalecer la supervisión fiscal, mejorar la transparencia gubernamental y reforzar la seguridad pública mediante videovigilancia y reconocimiento facial. Sin embargo, su implementación no está exenta de riesgos: sesgos algorítmicos, falta de transparencia y vulnerabilidad ante ciberataques son solo algunos de los desafíos que enfrentamos.
En México, si bien la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias se refiere a la IA en su definición de “sistemas automatizados”, aún queda la puerta abierta frente a interesantes iniciativas que se encuentran en nuestro poder legislativo federal para regular esta materia de forma integral.
Desde un punto de vista de derecho comparado, podemos analizar a la Unión Europea y, en específico, a su Reglamento (UE) 2024/1689 sobre Inteligencia Artificial, que establece criterios para la supervisión de sistemas de IA de alto riesgo. Por otro lado, es importante considerar lo que sucede en Estados Unidos, donde recientemente en California se vivió un debate sobre la regulación de la inteligencia artificial. Así, el gobernador Gavin Newsom bloqueó un proyecto de ley que proponía regulaciones estrictas para modelos avanzados de IA, como un “interruptor de emergencia” para desactivar sistemas peligrosos. Newsom argumentó que estas restricciones podrían frenar el desarrollo de la tecnología y desplazar a las empresas tecnológicas hacia otras jurisdicciones con regulaciones más laxas.
Actualmente, el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial 2024 (ILIA 2024), elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial, posiciona a México en el sexto lugar a nivel regional en términos de gobernanza de IA. Así, se abre la puerta para consolidarnos en materia de ciberseguridad, la protección de datos y contar con un marco normativo donde el equilibrio entre el fomento a la innovación, el respeto a los derechos humanos y el uso inteligente de la IA será clave en la regulación de esta tecnología. México tiene una gran oportunidad para posicionarse como líder en la gobernanza de la IA en América Latina.