Columnas
Por el peso específico y por la capacidad que ha demostrado el apellido Monreal, siempre estarán en los reflectores de la prensa, especialmente cuando se trata de asuntos ligados a los temas políticos donde, por supuesto, tienen enormes lazos, producto de los años de trabajo y que, por sus distintas posiciones, constantemente van a estar bajo la lupa del escrutinio público. De manera recurrente, por ejemplo, se habla del Monrealismo. El punto es que, como tal, no podemos reprocharles nada, pues quienes están inmersos en alguna encomienda que les delegó el mandato popular, ha sido parte de su mérito. Es, lo ha dicho el propio Ricardo, una familia numerosa que lleva muchos años dedicada a la actividad política, al menos Ricardo, David, Saúl y Catalina. Todos ellos, en décadas, se han esforzado por separado para acuñar su propia historia.
Indiscutiblemente, quien asume el liderazgo mayor es el coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados. Él, por los años de trayectoria y experiencia, podemos decir que es la voz con mayor madurez, sobre todo para transmitir un consejo a sus hermanos, inclusive, eso lo ha reiterado en varias ocasiones y en encuentros constantes, pues hay, además de la consanguinidad, una agenda legislativa que los liga, especialmente a Ricardo y Saúl. Por eso entendemos perfectamente ese tiempo tan recurrente que están al frente de los reflectores de la prensa. El líder de San Lázaro, metido de lleno en las propuestas de modificación, lleva a cabo sólo esas tareas qué solamente él sabe canalizar: unificar a las fuerzas aliadas.
Habiéndose trascendido las tensiones que hay con el PT, y las declaraciones de sus liderazgos, soy de los que piensan, por la sagacidad de Monreal, que cicatrizará cualquier herida que provoque este vaivén de posturas. Ricardo, lo sabemos, es de los personajes que saben hacer política de nivel. De hecho, él mismo sabe la importancia que significa la proporción numérica de los diputados del PT, y su aportación valiosa que hacen desde la tribuna, empezando por esa histórica afinidad que los identifica en la lucha democrática del país. La coalición Seguimos Haciendo Historia, en sí, es la fuerza que se ha entrelazado para hacer posible no solo el triunfo histórico de la izquierda, sino para sentar las bases del proyecto de nación. Esto ha traído consecuencias positivas, en especial para mejorar la calidad de vida de la población civil, con un cúmulo importante de reformas constitucionales que son la punta de lanza.
Eso, a su vez, se ha ido notando con mayor presencia en el Senado de la República, sobre todo con Saúl Monreal, un liderazgo que, a nuestro juicio, es el heredero de este gran legado del apellido Monreal. Hay argumentos y una base de fundamentos, a la par de más de 27 años de experiencia, que son la mejor carta de presentación del Senador. Saúl, por ejemplo, no solo ha destacado por más de una veintena de iniciativas de modificación al marco constitucional que ha presentado, sino por su voz elocuente, que en este tipo de tribunas se considera indispensable por el nivel de debates que se genera. Eso le ha permitido, además de un trabajo consagrado que legitima su semblanza, afianzarse en la carrera por la gubernatura de Zacatecas. La última encuesta que publicó Demoscopia Digital, que ha fungido como una metodología muy acertada, ratificó que Saúl no solo se ha mantenido en la cima, sino sigue dando pasos agigantados en el ánimo del grueso de la ciudadanía.
No hay y no puede existir ninguna limitante para que Saúl Monreal, en vísperas de un proceso electoral en el seno de Morena, no pueda participar en la encuesta que aplique el partido. La propia Luisa María Alcalde, en declaraciones con la prensa, ha dicho que la encuesta es, como mecanismo democrático, la única herramienta para tomar decisiones. Eso significa que el pueblo, sobre cualquier juicio, es quien tomará el rumbo de las entidades para las 16 gubernaturas que estarán en juego en 2027. Hablamos, en términos de participación plural y democrática, de la voluntad de la población que, hemos visto, se ha manifestado a favor de Saúl Monreal a estas alturas. Eso, en todo caso, lo ha hecho público la militancia y simpatía del lopezobradorismo en todos los estudios que miden el termómetro sucesorio.
Y Saúl, que tiene todo el derecho de participar en la encuesta de Morena, no por capricho, sino por determinación del pueblo, tiene toda la libertad de hacerlo porque la sociedad, desde ahora, le ha entregado el cariño abiertamente a través de las propias encuestas que hablan por sí solas. Eso, dentro de los espacios que abre Morena, para que la ciudadanía decida quién, es lo que la dirigencia debe acatar.
En Zacatecas, así lo grita el pueblo en aquella entidad, le apuesta a la continuidad del proceso de transformación con el activo político más importante. Desde luego, hablamos de Saúl Monreal, que, en esa lógica, será el sucesor de David, más allá del tema de consanguinidad que los une. De hecho, es un error y una intransigencia pensar que eso se llama nepotismo, pues Saúl, que tiene más de 27 años ininterrumpidos de carrera, escribe su propia historia. Tanto él, como Ricardo Monreal, son fieles partidarios de este proyecto desde el legislativo federal, donde son piezas cruciales para profundizar los cambios profundos que el país necesita.
A todo esto, en San Lázaro, que también sirve de marco para sacar a relucir el talento y el nivel de otros diputados, fluye la figura de Fernando Castro Trenti. Él, a propósito que hablamos de procesos electorales, está metido en esa baraja de nombres que figuran en la encuesta para la candidatura de Morena en Baja California. Eso nos muestra, en efecto, que regresará uno de los precursores del desarrollo en aquel punto del país a un proceso preelectoral. Eso, al menos en las encuestas que circulan a diario, lo ha manifestado así, pues el perfil de Trenti, en la población en general, es potencialmente conocido.