Octubre es el mes en el que las nuevas autoridades de la Ciudad de México asumirán sus responsabilidades y depende de las administraciones que entren habrá problemas o facilidades.
Habrá dos bandos, el de Morena o el de la oposición conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática(PRD). Si los que salen y entran son del mismo bando pareciera que todo será color de rosa, pero si son diferentes bandos el proceso de entrega - recepción será un calvario.
No solo será un proceso enredado, quien asuma la nueva administración escrutará hasta las escobas de la administración saliente, una cacería de brujas.
En el contexto político, la cacería de brujas implica el uso de acusaciones para desacreditar, intimidar o eliminar a rivales o críticos, creando un clima de miedo y represión.
¿Pero hasta donde es una cacería de brujas? Si los gobernantes hicieran de forma honesta y transparente sus mandatos no daría pie o posibilidad alguna a exhibiciones políticas.
La corrupción socava la confianza de los ciudadanos en las instituciones gubernamentales y en la democracia. Sin confianza, la gobernabilidad y la estabilidad política se ven comprometidas.
Un gobierno corrupto tiende a favorecer a ciertos grupos o individuos a expensas de otros, lo que resulta en una distribución injusta de recursos y oportunidades. Esto perpetúa la desigualdad y la injusticia social.
La corrupción en la administración pública puede llevar a la provisión ineficiente o deficiente de servicios esenciales como salud, educación y seguridad. Esto afecta directamente el bienestar de la población.
La corrupción distorsiona la asignación de recursos, encarece los proyectos públicos y desalienta la inversión. Un entorno económico corrupto es menos atractivo para los negocios, lo que puede limitar el crecimiento económico.
Mantener la integridad y transparencia en la gestión pública es esencial para garantizar una sociedad justa, equitativa y próspera.
Clara Brugada tomará posesión como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México el 5 de octubre de 2024. Su mandato durará seis años y, según la Constitución Política de la Ciudad de México, no habrá posibilidad de reelección. Los titulares de las 16 alcaldías de la Ciudad de México iniciarán sus funciones el 1 de octubre de 2024, tal como lo establece el artículo 17 de la Ley Orgánica de Alcaldías.
De acuerdo con el artículo 25 de la Ley Orgánica del Congreso de la Ciudad de México, los nuevos diputados locales tomarán posesión el 1 de septiembre de 2024. En esa fecha, a las 09:00 horas, se llevará a cabo la sesión de apertura del primer periodo de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio legislativo.
¿Creen que hayan “quemones políticos”? Me interesa tu opinión, escríbeme en redes sociales, estoy como @federicoreyestv