“La piel humana es un abanico de colores”: Fátima Mernissi, escritora marroquí.
Semanas atrás, una información dentro de un noticiario de televisión de la cadena Euronews, me asombró. Un grupo de científicos de la Universidad de Tokio, Japón, presentaron al mundo una “piel humana viva” para robots y publicaron sus hallazgos en un artículo dentro de la revista académica Matter.
Este hecho por sí solo es asombroso, pero ver cómo sumergían un dedo robótico en un cilindro con solución de colágeno y fibroblastos dérmicos, para que ambos componentes formarán los tejidos conectivos de una piel, me quitaron las palabras de la boca.
Fue increíble ver como esa mezcla se encogió hasta adaptarse firmemente a la extremidad robótica, dándole una apariencia muy real.
La cubierta elaborada tiene fuerza, elasticidad y soporta movimientos bruscos, permitiendo al dedo robótico doblarse y estirarse. La capa externa del componente es tan gruesa que puede repeler el agua, lo que brinda varias ventajas a la hora de realizar ciertas tareas para los robots, quienes podrán expandir sus horizontes de trabajo a condiciones sumergibles.
Los investigadores explicaron que su experimento proporciona una base adherible, compuesta de células, queratinocitos y epidérmicos humanos, que constituyen el 90 por ciento de la capa externa de la piel, lo que brinda al robot una textura similar a la de la humana y propiedades que retienen la humedad.
Es más, ¡el dedo suda! y así lo muestra la cámara mientras en off se escucha la voz del profesor, Shoji Takeuchi, quien describe que la prótesis es impulsada por un motor eléctrico y se pueden escuchar los chasquidos del dedo que parece real.
Es sorprendente lo bien que se adapta el tejido a la superficie metálica. Los detalles se cuidan al máximo, ya que los japoneses cuentan con artesanos experimentados para confeccionar las láminas de piel que cubrirán las superficies robóticas y moldean el tejido a la perfección para tener un acabado impecable.
En un futuro estás innovaciones podrían utilizarse, también, en tratamientos plásticos o reconstructivos médicos, lo que ayudará en tratamientos para quemaduras y desfiguraciones. Otra es que las prótesis que actualmente se usan para ayudar a personas con amputaciones o discapacidades, se recubran de este material para darles una mejor apariencia.
Los investigadores son ambiciosos y desean incorporar estructuras funcionales más sofisticadas dentro de la piel, como neuronas, folículos y uñas.
Su trabajo es un gran avance. Sin duda, la piel viva podrían ser la solución definitiva para dar a los robots el aspecto y el tacto que se quiere imitar de los seres vivos, ya que se usa exactamente el mismo material que cubre los cuerpos de los animales.
Este trabajo es el primer paso hacia la creación de robots cubiertos con piel, que aún se encuentra en fase experimental, porque lo que han creado es todavía débil en comparación con lo natural y no puede sobrevivir mucho tiempo sin nutrientes y la eliminación de residuos.
Pero estamos en camino de ver cómo lo perfeccionan. Mientras tanto esperemos a ver cuándo salen los nuevos tipos de piel, sus colores y texturas, que los lleven a ser no un sueño.
Ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones por la UAM.
alejandro.delvalle@octopy.com