Se libera presión para Qatar 2022

La tensión en Medio Oriente entre ambas naciones ponen en “riesgo” la realización del Mundial de Qatar 2022, lo que abre la puerta a nuestro país (que no está listo), Canadá y Estados Unidos para adelantar el Mundial que se les ha asignado para 2026, pero ayer el embajador de Qatar en México, Mohammed Jassin Al-Kuwari, fue optimista al decir que en “dos o tres meses" esta situación puede cambiar.

La promoción de la Copa del Mundo sigue, y luego de que ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enviara un mensaje a Irán sobre los ataques a bases de Irak (aliado del país vecino del norte) que alberga a soldados norteamericanos y extranjeros, la presión “parece” que se liberó, al menos lo necesario para pensar que Doha, Qatar, será intocable.

Lo anterior es en referencia al llamado de unidad que lanzó a los estadounidense, un mensaje en el que puede ofrecer la mano a Irán y apagar el conflicto, pero mientras esta situación queda en el aire, hay al menos una docena de elementos que desacreditan a este certamen internacional.

Para empezar con una inversión de 6 billones de dólares, se construyeron ocho estadios partiendo desde cero, y tomando en cuenta las excentricidades de los qatarís, no son simples inmuebles deportivos, son toda una experiencia, pues los lujos son parte de la vida diaria de dicha comunidad.

Pero esto también tiene su lado obscuro, pues al querer entregar los recintos dos años antes de que llegue el Mundial, es decir este año, las obras se realizan a marchas forzadas, con trabajos día y noche, los cuales han cobrado la vida de hasta 2 mil obreros a consecuencia del intenso calor que va de los 38 a los 50 grados centígrados, además de caídas por no tener el equipo adecuado de seguridad.

También esta cuestión ha perjudicado a la calendarización del certamen, pues por lo regular el Mundial se juega en junio-julio, pero en Qatar se busca que el calor no afecte a los jugadores, es por esto que se cambió a noviembre, que es el invierno para ellos, pero uno de los problemas más fuertes que se avecinan, es que mover el torneo lo encima con la agenda del futbol europeo, es decir, la Champions League también sufrirá cambios.

Por otro lado tenemos a los patrocinadores que quieren que sus marcas luzcan en una de las vitrinas más importantes del planeta, pero la diferencia horaria de ocho horas genera preocupación.

Es simple, el Mundial llega a una sede rodeada de conflictos bélicos internacionales y la multimillonaria inversión en trenes, metros, estadios y demás espacios para recibir a 1.5 millones de visitantes, en todo caso, se puso en riesgo desde su elección. ¿A caso no hay más países?