Semana para ver secar la pintura

Esta semana, nuestros indicadores económicos globales parecen seguir de puente. La atención estará puesta en comportamientos de corporativos o, si así lo quieren árabes y judíos; en una mayor escalada en la guerra entre Israel y Hamas.

Sin embargo, todavía estamos viendo los efectos del último dato de empleo en Estados Unidos revelado la semana pasada. El crecimiento del empleo en EU se desaceleró en octubre con un aumento de salarios anuales que fue el menor en casi dos años y medio. Estos indicadores sugieren una relajación de las condiciones del mercado laboral y no se esperan aumentos de tasas de interés en el corto plazo.

Por eso ayer el valor del oro bajó de los 2 mil dólares la onza alcanzado la semana pasada, pues los débiles datos de empleo en Estados Unidos que hicieron que todos creyeran que la Reserva Federal (FED) podría haber concluido su ciclo de aumentos en las tasas de interés. También ayer el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió ayer hasta un 4.589%, luego de una caída el viernes anterior.

Si eres como las abuelitas y piensas que el oro es irresistible estás equivocado. Es que, si los rendimientos del bono estadunidense son más altos; puede que el oro sea menos atractivo.

La bajada en el precio del oro y el aumento del bono gringo nos llega antes del discurso del presidente de la FED Federal, Jerome Powell el jueves. Los mercados buscan señales claras de lo que pasará con las tasas para el cierre del año. Los operadores estiman que hay un 95% de probabilidad de que la Fed mantenga sin cambios las tasas en diciembre y un 78,3% de probabilidad de que comience a flexibilizar su política monetaria en junio de 2024.

En paralelo, las acciones subieron la semana pasada como si no hubiera un mañana. Los mercados accionarios ganaron, y no es porque haya alguna razón lógica para ello. No, es simplemente porque alguien decidió ser optimista sobre las tasas de interés de los bancos centrales, que aparentemente están "cerca de su máximo".

Dicho optimismo se contagió al mercado petrolero pues los precios del energético subieron 1%. La diversión se detonó por la noticia de que Arabia Saudita y Rusia decidieron mantener las restricciones de suministro de más de 1 millón de barriles por día hasta fin de año.

Sin embargo, no exageremos la fiesta porque si la situación en Medio Oriente se calienta más, podría generar cambios en la percepción de riesgo de los inversionistas y con ello, se acabó la fiesta.

Como puedes ver, salvo los asuntos geopolíticos, serán limitados los indicadores o noticias que muevan los mercados. Tan floja está la semana que hasta los inversionistas se emocionaron con la noticia de que Elon Musk presentó su chatbot con IA conocido como Grok. En resumen, podríamos decir que esta semana será tan emocionante como ver pintura secar o ver crecer el pasto.