Columnas
Hace meses que Eduardo Ramírez dejó la coordinación de los senadores de Morena para iniciar la construcción del ejercicio electoral en Chiapas. Tanto en uno como el otro, el Jaguar Negro ha dejado una huella importante si consideramos la entrega y el empuje. A casi cuatro meses de la victoria abrumadora que obtuvo en las urnas, el gobernador electo, fiel a su estilo, ha emprendido un trabajo muy interesante que vale la pena mencionar. Él, como sabemos, toma protesta en el mes de diciembre, sin embargo, seguiremos viendo esa capacidad política que lo coloca, evidentemente, como uno de los protagonistas claves del proceso de transformación en el sur del país. De hecho, fue capaz de promediar una votación histórica que, a la par, le permitirá gobernar con una legitimidad enorme.
Ese buen desempeño que esperamos, no tengo la menor duda, se verá reflejado en los primeros meses de trabajo. Es verdad, cargará con el gran desafío que existe en materia de seguridad. Sin embargo, Eduardo Ramírez, para ese y otros temas medulares, ha ido planeando estratégicamente el arranque de actividades a partir del mes de diciembre. Él mismo, de hecho, reconoce los grandes desafíos que atravesará Chiapas luego de la transición, lo mismo que las causas que lo originan. De momento, su único papel es ir armando los mecanismos para concretar las acciones que, sabemos, se han divulgado en varios espacios de opinión. Entre ellos, desde luego, fortalecer una estrategia de seguridad con tecnología de punta e instrumentos sofisticados que, a su vez, tengan claro los objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Además de ello, está claro, Eduardo Ramírez le apuesta al desarrollo económico de Chiapas. De hecho, han servido de mucho los encuentros de primer nivel que ha tenido el gobernador electo con funcionarios públicos de la administración federal. Hablamos de futuros secretarios del gobierno de Claudia Sheinbaum. En lo que va de estos días, en efecto, hemos visto muy activo al Jaguar Negro en las redes sociales. Es, lo he dicho siempre, el ganador del proceso electoral con mayor ímpetu en la previa del arranque. Al referirnos a eso, hay que puntualizar los proyectos que ha ido esbozando Ramírez. Como sabemos, Sheinbaum abrió un periodo con los mandatarios electos, precisamente para eso: presentar planes de obra e infraestructura para los próximos meses. Desde luego, el mismo Eduardo, ante la opinión pública, ha expuesto el conjunto de prioridades que ha puesto sobre la mesa para detonar el desarrollo.
Hay mucha claridad en los objetivos que ha fijado Eduardo Ramírez para su gobierno. Es, podemos decirlo así, como la manifestación más clara de una administración progresista. Habrá, además, mejoramiento en la calidad de vida de los ciudadanos, un desarrollo innovador y vanguardista, eso sí, con un presupuesto responsable que garantice a la ciudadanía el acceso a los servicios que ofrecerá la nueva ERA. De hecho, así ha ido detallando cada paso que se dará en el comienzo. Para ello, queda claro, será determinante la transparencia y la rendición de cuentas, concepciones que maneja a la perfección Ramírez. Inclusive, hay demasiado apoyo de todos los sectores sociales. Basta con ver como concluyó el escrutinio final del pasado dos de junio para darnos una idea del respaldo popular.
Así se siente y se percibe el futuro mandato de Eduardo Ramírez en Chiapas. De hecho, el sur del país, para los gobiernos de izquierda en México, es y seguirá siendo una prioridad, así lo ha ido afirmando la propia presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Para tal efecto, el sur del territorio nacional será un ejemplo de progreso, especialmente en el mejoramiento de la calidad de vida, pues los programas sociales, está clarísimo, será un sostén crucial del gobierno del Jaguar Negro. Siendo así, las expectativas, además de llevarse a la práctica, se cumplirán al pie de la letra. Se sabe del compromiso de Ramírez, y lo mejor de ello, somos conocedores de los alcances que tendrá la geografía chiapaneca para profundizar las políticas públicas de la cuarta transformación.
En Chiapas, que no quede duda de ello, habrá un gobierno progresista en la imagen de Eduardo Ramírez, futuro gobernador constitucional.