La carrera por Morena
Desde el año pasado, se conoce bien quiénes son las cuatro corcholatas de Morena que buscan ser el candidato presidencial; sin embargo, nos comentan, algunos iniciaron más encarrerados que otros, pero ya saben, caballo que alcanza gana, y todo parece indicar que ese es el caso de Adán Augusto López Hernández. Hasta hace 10 meses, el secretario de Gobernación apenas llegaba a 4% de las preferencias entre los morenistas, mientras que Ebrard y Sheinbaum concentraban cerca de 30% cada uno. Hoy, la simpatía por el tabasqueño entre la militancia del partido guinda, aseguran, se ha disparado, mientras que, en los últimos seis meses, Claudia y Marcelo perdieron casi tres y dos puntos, respectivamente. Si la tendencia que se ha observado en los últimos meses se mantuviera y la encuesta que decidirá quién es el candidato fuera en agosto, Claudia y Marcelo estarían cercana a los 34 puntos, mientras que Adán rondaría los 39. El hubiera no existe, y aún faltan varios meses que serán decisivos, pero lo que es un hecho es que hay una clara tendencia de avance para el tabasqueño, ya veremos si logra mantenerse.
INE: imprudencia electoral, soberbia política
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, fue sorprendida en el evento de su toma de posesión de ayer. Entre los consejeros a la mesa estaba Adriana Favela, consejera saliente. De quienes terminaron su encargo solo ella se atrevió a tan enorme imprudencia política, dicen que esta acción responde en estricta congruencia con su tradicional comportamiento de soberbia, tan lejano de la elegancia institucional, que nunca fue su característica principal. Al interior del INE se menciona que Favela es la que más asesores tuvo entre 2014 y el día de ayer, sumaron cerca de 100. Dicha rotación intensa de personal habla mal de ella y no de ellos, que nunca se atrevieron a denunciarla por maltratos, humillaciones inmerecidas e injustificadas y hay quienes mencionan que hasta lesiones. Deberían pensarlo bien… También fueron recordados dos asesores que destacaron siempre. José Luis Hernández Villarruel, por ganar $150 mil al mes y de comportamiento poco ético en temas de fiscalización, al grado de sustituir en los hechos a la titular del área y “operar” sanciones y expedientes al gusto. El otro: Alan Sepúlveda Cortez, con salario de $120 mil, conocido en diversos establecimientos mercantiles de fin de semana de la Ciudad de México, por actos de severa prepotencia en estado de intoxicación.