Nada me hubiera gustado más, que estar presente entre la multitud negra que en días pasados se congregó en la ciudad de Washington para conmemorar aquel inolvidable discurso de Martin Luther King, cuando en su lucha por erradicar el racismo dijo “Yo tengo un sueño”. Cincuenta y siete años han pasado desde entonces y la actitud xenofóbica en el país vecino se mantiene en contra de sus propios ciudadanos por el simple hecho de ser negros.
La concentración que reunió a varios miles de afroamericanos, tuvo al mismo tiempo un importante motivo que debe tener bastante preocupado al inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, quien ha sido sistemáticamente alentador del racismo contra toda las personas que no sean como él y sus simpatizantes, los radicales republicanos que lo llevaron a gobernar esa potencia.
Como periodista, he tenido la fortuna de estar presente en momentos claves de la historia de México, escribir algunos capítulos de los cambios que se han vivido, pero hablar del sufrimiento que por décadas padeció y sigue padeciendo la raza negra en Estados Unidos, es el sueño de muchos que abrazamos el periodismo.
Me emocioné casi hasta las lágrimas al escuchar a Martin Luther King lll a comprometerse para motivar, promover y movilizar a todas las personas negras para que salgan, con los cuidados pertinentes ante la pandemia, a emitir su voto en noviembre próximo donde solo hay de dos, la reelección de Donald Trump o la posibilidad de un cambio con el demócrata Joe Biden, quien ha tenido palabras de compromiso para los estadounidenses de color.
“Haré todo lo que pueda para motivar, promover y movilizar. Lo que está en riesgo es el futuro de nuestra nación, nuestro planeta. Lo que está en riesgo es el futuro de nuestros hijos”, dijo el hijo de Luther King.
No soy adivina, pero mi imaginación periodística me da para asegurar que ese grito llegó hasta la Casa Blanca donde Trump estará temblando, cada minuto, cada segundo, son más las voces que desaprueban su actuación.
Nadita le habrá gustado escuchar decir a los líderes, de afroamericanos, principalmente a Luther King lll, que “si no votamos en cantidades que nunca hayamos visto y permitimos que este gobierno siga haciendo lo que hace, nos dirigiremos a un camino de destrucción grave”.
Hago votos para que los latinos en ese país asuman el ejemplo de los afroamericanos y salgan también a las calles a manifestar su desacuerdo ante las agresiones sufridas por parte de Trump, que para alentar a sus seguidores, ha dicho y hecho de todo para amenazar y humillar a nuestros connacionales, al grado de deportarlos de manera brutal y separar a los niños de sus madres.
Trump debe irse de la Casa Blanca por el bien del mundo.