Todo un hecho de corrupción, influyentismo y omisión se dio en torno a la devolución de una manada de perros de la raza Golden Retriever que el pasado martes 23 de noviembre la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, con apoyo de policías armados de Morelos, le quitaron por la fuerza a la fundación Yaakunah donde permanecían desde agosto de 2017 cuando fueron asegurados por maltrato.
Corrupción porque la entonces Procuraduría de Justicia de la CDMX junto con la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, pactaron con el maltratador un pago de 21 mil pesos por daño al medio ambiente, cuando, como lo he señalado en anteriores ocasiones, la demanda fue por maltrato animal.
Influyentismo porque el propietario de los animales, apoyado por la Federación Canófila de México, que no paga impuestos, movió sus fichas para que el entonces procurador Edmundo Garrido diera la orden de regresarle a los Golden sin pensar en el daño físico y emocional que éstos sufrían en cautiverio.
Omisión porque fue en la gestión de Ernestina Godoy como Fiscal General de la CDMX que decidió regresar la carpeta de investigación que estaba llevándose en la subprocuraduría de Averiguaciones Desconcentradas a la Fiscalía de Daños no graves donde dejaron que el caso se perdiera en los tribunales.
De todo esto lo más grave es la actuación de las autoridades de la cuarta transformación que sabiendo del asunto de los Golden ordenaron a las abogadas que estaban llevando el pleito legal lo soltaran y se encargara del asunto la Fiscalía de Delitos no Graves que, haciendo eco a su nombre, consideró que los Golden por ser animales no importaban y se desentendió del asunto no apelando a la sentencia emitida por el Juez Sexto de Distrito en Materia Penal.
¿Quién dio la orden para que las abogadas se retiraran del asunto legal? La Fiscal Ernestina Godoy está obligada a dar una explicación a la sociedad del proceder de sus subalternos, quienes le regresaron en bandeja de plata a 23 Golden Retriever a un alcohólico que ufanándose de su poder llegó con policías armados en estado de ebriedad a recoger a la fuerza a los animales.
Responsabilidad compartida en este desaseo es la de la PAOT que encabeza Mariana Boy, pues no solo no defendió a los Golden como es su obligación, además permitió al propietario Javier Gómez Segura escogiera libremente el lugar a donde trasladaría a los perros, siendo su destino la ciudad de Cholula en el estado de Puebla. Nunca, como debió hacerlo, verificó antes el inmueble y las condiciones en las que estarían de nuevo dieciocho hembras y cinco machos sobrevivientes del maltrato y abandono en que fueron encontrados.
En este caso, la Fiscalía no ha sido una institución que imparta justicia, es un monumento a la corrupción, a la incapacidad, al desaseo penal y a los acuerdos con los delincuentes a quienes besan y abrazan…