Tomás Balcázar pasó a la inmortalidad como leyenda del Guadalajara, pero no solo sus casi 50 goles con Chivas lo hicieron especial, fue el haber sido uno de los pastores del “Campeonísimo”.
Aquel equipo histórico, casi imbatible que conquistaba cada escenario en el que se paraba ganó siete títulos de Liga y sin duda era el mejor conjunto de futbol al final de la década de los años 50 y el más gloriosos de los años 60. Sin importar que fuera provincia o la capital de la República Mexicana, el Guadalajara era una máquina de levantar trofeos.
¿Pero qué tiene que ver Tomás Balcázar con todo esto? Resulta que el abuelo de Javier “Chicharito” Hernández -máxima referencia de las nuevas generaciones- fue el auxiliar técnico de aquel imparable equipo que también metió en sus vitrinas seis Campeón de Campeones, una Copa México y un trofeo de Copa de Campeones de la Concacaf, esto en solo nueve años, por lo que también es considerado como uno de los pilares del club Guadalajara.
Y si pensábamos que todo ese éxito provenía de un grupo armonioso y unido, estábamos en un error, pues “Tommy”, como también era conocido Don Tomás, había revelado en diversas ocasiones el sentimiento que entre esos jugadores se tenía: “Queríamos partirnos la madre”, decía. “En la cancha éramos muy unidos y respetábamos lo que es Chivas”, palabras de quien tuvo que ver su desarrollo desde los banquillos.
Tan solo imaginen tener a su cargo a figuras como Salvador "Chava" Reyes, Juan "Bigotón", José "Jamaicón" Villegas, Isidoro "Chololo" Díaz -que por cierto levantaron siete títulos de Liga- Sabás Ponce, Jaime "Tubo" Gómez, Gilberto Rodríguez, Guillermo "Tigre" Sepúlveda, Héctor Hernández, Raúl "Pina" Arellano, Crescencio "Mellone" Gutiérrez, entre otros… Así es, no suena nada fácil y menos si estaban convertidos en un equipo de época.
Siempre fiel a los valores y la grandeza del Guadalajara, pues vio crecer a un gigante del futbol mexicano. “¡Juegas en Chivas, métanse eso en la cabeza!”, era una frase que gritaba a sus jugadores en los entrenamientos, pues su labor como formador también la hizo en Verde Valle. Devoción, disciplina y compromiso, eran su filosofía. El trabajo con las fuerzas inferiores y la importancia de las nuevas generaciones era prioridad y forjó a otros ídolos.
Los de la Torre, Néstor, Chepo y su primo Yayo, el propio Sheriff, Fernando Quirarte, son solo algunos de los jugadores que estuvieron bajo su mando y cuentan con un lugar especial en el club rojiblanco y hasta en la Selección Mexicana. Es por esto que Tomás Balcázar siempre tuvo presente el verdadero significado de portar los colores de Chivas y es por esto que es una leyenda que pasó a la inmortalidad.